Los expertos nos explican los factores que debemos tener en cuenta a la hora de ausentarnos y dejar solos a los mininos.
Hasta el día de hoy se sigue teniendo el imaginario de que los gatos son independientes a tal punto de que se cree que dejarlos solos no puede llegar a afectarlos.
Sin embargo, al igual que los perros, también les gusta la compañía, los juegos, la atención y, sobre todo, que los consientan.
Claramente, hay que tener en cuenta la edad, pero por ejemplo, si es un bebé, los veterinarios recomiendan no dejarlo solo en casa durante todo un día por los cuidados y atenciones que requiere.
Ya de manera gradual y dependiendo de la etapa de vida que tenga, puedes ir dejándolos solos, primero por periodos cortos y ya podría ir aumentando a medida que también tengas la seguridad de hacerlo.
Pero lo más importante, además de tener la confianza de hacerlo, se deben tener en cuenta varios factores; revisa que no haya cables o sogas para evitar que se enrede, que tenga espacios para correr o entretenerse, siempre tener limpio su arenero, dejarle comida y agua fresca y en general tenerle un entorno seguro, cómodo y seco.
De acuerdo con la psicóloga canina y felina con Máster en Etología Clínica, Alba Serrano: “Los gatos también pueden sufrir de ansiedad por separación, por lo que lo mejor sería que alguna amistad pudiera visitar nuestro piso una vez al día para comprobar que todo está en orden y para jugar con él un rato. Si tenemos a un gato desde pequeño, debemos acostumbrarlo a pequeñas ausencias para prevenir dicha ansiedad por separación”.
En general, muchos expertos en comportamiento felino explican que un gato se puede quedar solo máximo tres días, pero con una supervisión de alguien cercano de vez en cuando porque, de lo contrario, esto puede conllevar a que nuestra mascota empiece a presentar consecuencias negativas por abandono a nivel emocional.