Tu mascota puede dormir hasta 14 horas al día, por eso, no es mala idea pensar en un buen sitio para su descanso
Nuestras mascotas, al igual que nosotros, requieren de un buen sitio en donde puedan dormir, más si se tiene en cuenta que su tiempo de sueño es mucho más largo que el de los humanos.
Considerando esto y que ya son parte de nuestra familia, pensar en invertir un poco de nuestro presupuesto en su bienestar no es una idea descabellada.
Independientemente de si tu peludito tiene la costumbre de subirse a tu cama o al sofá de casa, él necesita una cama que sea mullida y cómoda para que la identifique como su lugar de descanso particular. Además, esta debe ubicarse en un lugar tranquilo, en una zona en donde tu mascota no sea molestada y que al mismo tiempo no llegue a dejarlo apartado de la familia.
Si se trata de un cachorro, podemos comprarle una cama pequeña y con forma de cuna para que se sienta seguro, pero a medida que crezca, tendrás que ir cambiándola. Si quieres ahorrar algo de dinero, compra desde el principio una cama que sea para un perro adulto y rellena el hueco que sobre con cojines y mantas enrolladas.
También tienes que fijarte en la postura de tu mascota a la hora de dormir. Si le encanta dormir completamente estirado, lo mejor es comprar una cama que sea un poco más grande en relación con su tamaño.
El tipo de tejido es un factor muy importante que influirá en la decisión del tipo de cama que compres. No es lo mismo una cama que es suave a una que está hecha con una tela que rasca. Además, hay que tener en cuenta que si nuestro perro es friolento habrá que buscar una cama que sea peluda, además de añadirle alguna manta. Mientras que si se acalora con facilidad, la mejor opción será una cama de algodón suave y fresco.
Por último, tenemos que asegurarnos de que, tanto el tejido como la composición (cojín y relleno) de la cama se puedan lavar con facilidad, preferiblemente en la lavadora. De esta manera se evitará que tenga malos olores, se llene de pelos y manchas o que tenga parásitos.