Estas son las creaciones que se impondrán en bares, discotecas e incluso en tu propio hogar.
Un nuevo año comienza y con él llegan otras formas de comprender el mundo desde sus múltiples facetas. Entre ellas se encuentra la gastronomía y en especial la gastronomía líquida, un término que poco se tiene en cuenta cuando se trata de los productos que pueden deleitar nuestro paladar y que responde a las bebidas, en especial a las que contienen licor.
En la coctelería encontramos varias aristas desde las cuales se aborda su desarrollo. Están los bares (hay algunos destinados solo a la venta de cocteles de autor), los bartenders, quienes les dan vida a las creaciones con mezclas intrépidas de sabores (en Europa suena con fuerza el nombre del italiano Giacomo Giannotti y en Latinoamérica está el argentino Pablo Carrizo), pero no cabe duda de que los protagonistas en este mundo son las preparaciones en sí, es decir, los cocteles.
Suena increíble, pero la vida saludable que ha sido tendencia en los últimos años en un régimen alimenticio sin tanto azúcar (y guayabo) promete marcar las creaciones cocteleras de este año, en especial a solicitud de los comensales más conocedores de la mixología. Así lo estipula la Asociación Internacional de Bartenders (IBA) para la Revista Binter.
La búsqueda de nuevos productos, procesos de extracción, envases y sabores que se alineen con el cuidado del medioambiente ya influenciaron los bares y sus preparaciones: “El cacao, por ejemplo, nosotros lo sustituimos con algarroba, un producto mediterráneo con notas que recuerdan al chocolate”, comentó Giacomo Gianotti para La Vanguardia.
En este sentido, encontramos otra tendencia para el mundo coctelero y este se basará en el uso de fermentaciones. Este tipo de construcciones gastronómicas satisfacen dos áreas. Por un lado, prometen sostenibilidad, pues hacen que no se dependa solo de productos ya envasados y ,además de esto, son el vehículo de creatividad e incluso sello personal de los bartenders que deciden implementarla.
Las redes sociales han hecho que diversas áreas comerciales se enfoquen en experiencias y objetos ‘instagrameables’ en los productos que ofrecen, por ejemplo, en los vasos de coctelería y decoraciones. Sin embargo, este maximalismo estaría quedando poco a poco atrás para darle paso a preparaciones más limpias visualmente.
Aunque hay un horario que puede ser aceptado por todo el mundo como el ‘más apropiado’ para ir a tomar cocteles, lo cierto es que las horas se terminan. En especial cuando se trata de turistas, de fanáticos y conocedores de la buena coctelería, esta puede (y debería) ser ofrecida en cualquier momento del día y de la semana: “La gente cada vez viene más temprano”, comenta Gianotti para el mismo medio.