Una comida informal al aire libre puede convertirse en un momento ideal para compartir, y aquí en Fucsia te damos los mejores «tips» para lograrlo
Cualquier motivo es bueno si se trata de compartir con amigos o con la familia y que mejor si se hace alrededor de un pícnic disfrutando del sol, el aire y la naturaleza.
Y es que un buen pícnic no tiene horario, funciona a cualquier hora del día, desde el desayuno hasta el almuerzo, la merienda o hasta la cena. Además, el lugar donde se organice puede ser muy variado, va bien tanto en la playa como en la montaña, un parque o incluso en tu propio jardín, así que no hay motivo para decirle no a este plan.
Cuando se va a un día de campo o de pícnic lo mejor es no complicarse para así poder disfrutar al máximo. Aquí te damos algunos consejos que puedes tener en cuenta:
Quiches y pasteles salados. Nos permiten prepararlos el día anterior en casa y, una vez en el lugar elegido para nuestro pícnic, solo necesitaremos cortarlos. Pueden ser de verduras o de carnes.
Pates y pastas de untar (o “dippear”). Son ideales para acompañarlos de verduras troceadas, tostadas o nachos. Patés de berenjena, de queso, de mejillones, de atún o de legumbres, como el hummus, son un aperetivo ideal para estas salidas.
Ensaladas de legumbres cocidas (lentejas o garbanzos), de quinoa o de sémola con vegetales y un buen aderezo
Carnes frías: ideales para cortarlas en rodajas y servirlas junto con alguna salsa fría de verduras, por ejemplo.
Sánduches: sus combinaciones son infinitas, ya que puedes utilizar el pan que más te guste y armarlos con los ingredientes de tu preferencia.
Lleva un plato de quesos y carnes frías para picar.
Las frutas como las uvas, fresas, frutos rojos, manzanas o mandarinas son la mejor opción para el postre. También puedes llevar dulces.