La falta de azúcar añadido del aguardiente Nectar Azul es fundamental para este coctel.
El Martini es quizá el licor más popular del mundo. El sabor y, en especial, la apariencia de este coctel lo impregnan de notas sutiles y sensuales, siendo una de las opciones más elegantes de los bares en muchos rincones del planeta.
La base de su versión original es el vodka, un trago con una textura fuerte que se prolonga en el paladar. Con ese mismo carácter en su sabor, se encuentra el aguardiente. Cuenta la historia que en la mitología griega la diosa Heve le daba de beber a los dioses el elixir de la juventud, al cual llamaron néctar.
Y, casualmente, es aguardiente Nectar el encargado de amenizar fiestas que celebran la juventud. Además, le da el toque especial para esta receta de martini con aguardiente.
Con el fin de refrescar el coctel, en un vaso con hielo se coloca el azúcar simple, el cual se prepara con dos medidas de azúcar blanca y una medida de agua.
En la copa donde se servirá el coctel, se echa el vermut blanco y en el vaso mezclador se rompe el anís. Al shake también se le agrega el aguardiente Nectar Azul, que enfatiza el sabor del anís por su aroma a estragón. Esta mezcla se vierte en el vaso con hielo para refrescar toda la bebida y se empieza a remover, o revolver.
A la copa de Martini que ya tiene el vermut se le agrega esta mezcla y el borde del vaso es aromatizado con gotas de limón mandarino. Al final se decora con una flor del pensamiento.