Los saberes ancestrales llegan a Bogotá con una propuesta innovadora para el centro del país.
La comida colombiana tiene demasiados matices, desde sus alimentos hasta sus presentaciones. Normalmente, cuando pensamos en comida colombiana, se nos viene a la cabeza la ‘Bandeja paisa’, el ‘Ajiaco’ o algún tipo de sancocho que tanto nos gusta, pero hay otras regiones que tienen sus platos, muchos de ellos de cientos de años, que no han tenido el mismo dinamismo que los más conocidos.
En ese punto es donde se ubica la comida del Chocó. Nunca asociamos esa región con comida. Sus sabores han sido replicados entre su gente, pero sin salir de su propio departamento para darlo a conocer al resto del país.
Ante este panorama, ha llegado una propuesta que trae esos sabores, poco conocidos, de esa región a Bogotá. El chef Daniel Mejía llegó a hacer un homenaje a la comida del Pacífico en el restaurante Culto Pacific.
En una charla que FUCSIA tuvo con Daniel, le preguntamos cuál es la real diferencia entre la comida del Chocó y la del resto del país. Él fue claro y reconoció un tema del que pocas veces se habla en el mundo gastronómico en Colombia: los saberes ancestrales, algo que en la cocina peruana o mexicana siempre ha servido como respaldo para validar sus preparaciones.
“Es una mezcla de saberes indígenas, hispánicos y afrodescendientes que se conjugan con la riqueza de ingredientes de la región en nuestro restaurante”, contó Mejía.
Uno de los errores frecuentes que tenemos los comensales del centro del país es creer que la comida del Pacífico y la del Caribe son la misma. Sentimos que, al tener cercanía al mar, se suelen usar los mismos ingredientes y no, hay cambios fundamentales que se trasladan a la mesa.
“La diferencia está en los ingredientes principales que se usan en las dos regiones. En el pacifico, los saberes ancestrales hacen que se tenga una cocina rica en ingredientes y preparaciones, mientras que la cocina del Caribe es más joven. En el Caribe, por la alta calidad en pescados y mariscos, a veces parece un poco más monótona dado que la cantidad de ingredientes usados tradicionalmente es menor”, agregó Mejía.
Pero, ¿cuáles son los sabores autóctonos que maneja la cocina chocoana? Daniel nos habló de ingredientes que poco se conocían, como la carne de monte o las hierbas de azotea, sumados a otros que hacen una rica gama de alimentos para la mesa.
“Hacia el norte del departamento están la pesca fluvial, la carne de monte y la carne de cerdo. Hacia el sur está la pesca marítima, la recolección de conchas y cangrejos. Además, en todas partes se usa la leche de coco, el refrito con hierbas de azotea, el plátano y el maíz. En frutas hay lulo chocoano, piña, borojó, naranja, limón, papaya y gulupa (…) También está el chirarán, el limoncillo, el pipilongo, el cilantro cimarrón, el orégano del pacifico, la albahaca blanca y morada, el poleo, el orosul, el anamu entre otros”, explicó el chef.
Todos estos sabores y alimentos son autóctonos y llegan al centro del país a conquistar paladares que no se reconocen fácilmente. Ahí está el reto y la gran apuesta de este restaurante. “Cada vez más las personas son abiertas a probar y experimentar nuevos sabores, es una de nuestras grandes apuestas con Culto Pacific”, finalizó Mejía.
Este restaurante se encuentra en el centro de la ciudad, una zona de Bogotá en la que la cultura gastronómica está ganando nombre y calidad con la llegada de este tipo de propuestas gastronómicas.