La botella más antigua del mundo se encuentra en el Museo Histórico del Palatinado en Speyer, Alemania,
La botella más antigua del mundo tiene 1700 años y fue recuperada de una tumba romana en 1867 y es conocida también como Römische Wein von Speyer o vino de Speyer.
Ludger Tekampe, quien lleva más de 25 años en el museo y es director del departamento de vino de este, aseguró para el medio europeo The Local que “no está claro qué pasaría si entrara aire al vino”, pero que a pesar de la increíble antigüedad de la botella, “el contenido es notablemente estable”.
La botella Römische Wein von Speyer de un litro y medio, tiene asas con forma de delfín y fue enterrada junto a más de una docena de botellas llenas de alcohol en la tumba de un noble romano. Algo común para la época, donde se colocaban los cadáveres en sarcófagos junto a enseres de uso cotidiano, como el vino.
Tekampe describió cómo se veía la botella de vino: “cuenta con una gruesa capa de aceite de oliva que se destinó para preservar el contenido de la botella. Esa fue la receta empleada por los romanos y, en este caso, mostró que funcionaba muy bien”.
Aunque a la fecha ningún investigador del museo ha tomado la decisión de abrir la botella, la profesora Monkia Christmann se atrevió a dar al medio Futurism una posible respuesta de si es seguro o no tomar este vino. Para ella, “el vino no estaría probablemente estropeado microbiológicamente”, pero, advirtió, “no traería una alegría para el paladar”.
La botella de vino que ha sido custodiada desde hace 100 años sigue sin ser abierta y algunos microbiólogos aseguran que su apertura podría resultar peligrosa, dado que “no estamos seguros de si soportaría o no el choque con el aire”.