Gracias a terapias innovadoras esto ha sido posible.
En Colombia, según las últimas cifras de 2023, el cáncer colorrectal se posicionó como el tercer tipo de cáncer entre los 11 priorizados en el país. Datos entregados por la Cuenta de Alto Costo (CAC) demuestran que a cierre de 2023 se registraron más de 37.000 casos de cáncer de colon y recto y representaron cerca del 8% de los casos nuevos reportados para ambos sexos, teniendo en cuenta que el 53% de estos se presentaron en mujeres.
El cáncer de colon puede originarse en el colon o recto y ocurre cuando hay una completa pérdida del control de la forma en que las células de la pared o forro del intestino grueso crecen y se dividen. Dentro de los posibles causantes está la dieta de cada persona, su genética e incluso causas medioambientales.
Según explica la Doctora Brenda Jimenez Castisano, vicepresidenta del Departamento de Cáncer Colorrectal Hereditario y Poliposis en Cleveland Clinic Weston-Hospital en Florida, esta enfermedad comienza con un crecimiento anormal de células (llamados pólipos) en el revestimiento interno del colon o del recto. Con el paso del tiempo, y si no se hacen las pruebas de detección a tiempo, los pólipos pueden convertirse en cáncer colorrectal.
Las enfermedades del colon y del recto son áreas del sistema gastrointestinal inferior, donde el intestino delgado se conecta al colon, el intestino grueso en el lado derecho, y luego atraviesa todo el abdomen hasta el recto y el ano. Por lo tanto, todos los problemas y enfermedades relacionadas con esa área son tratados quirúrgicamente por cirujanos colorrectales.
La doctora Jimenez Castisano, especializada en gastroenterología y tratamiento de cánceres colorrectales heredados y síndromes de poliposis, afirma que los pacientes con cáncer de recto están mejorando la supervivencia general, así como la calidad de vida. “Los médicos están haciendo un mejor uso de las terapias neoadyuvantes, realizando mejores cirugías y tomando mejores decisiones”.
Las terapias neoadyuvantes incluyen quimioterapias, inmunoterapias y tratamientos de radiación administrados para reducir los tumores antes de la cirugía. Desde hace cinco o diez años en los Estados Unidos, se empezó a administrar quimiorradiación seguida de más quimioterapia (a lo que se les refiere como TNT, o tratamiento neoadyuvante total) seguido de un enfoque quirúrgico si es necesario. En Cleveland Clinic, se ha observado que cuando se realiza este tratamiento dual preoperatorio, muchos pacientes responden completamente a este tipo de enfoque. Dando como resultado casos de éxito en donde muchos de los pacientes ni siquiera tenían tumores restantes después de este tratamiento.
En particular, cada vez son más los pacientes que reciben radioterapia antes de la cirugía, “eso significa que es más probable que eliminemos el tejido irradiado dejando intacto el tejido sano, traduciéndose en mejores resultados funcionales para los pacientes”, afirma la Dra. Jimenez.
El abordaje quirúrgico mínimamente invasivo es otro avance en el tratamiento, el cual está permitiendo que más pacientes eviten la cirugía abierta tradicional. Según el estudio de la clínica, hubo una reducción del 50% en la cirugía abierta durante el período de estudio entre 2004 y 2019.
“Cada vez más pacientes se someten a cirugía robótica y de laparoscopia, lo que significa incisiones mucho más pequeñas, estancias hospitalarias más cortas y una recuperación más rápida. También utilizamos técnicas avanzadas que nos permiten preservar más tejido y conservar la función intestinal normal en más pacientes” afirma la Dra. Jimenez.
Además, señala que cada vez más pacientes se están beneficiando de la participación de juntas multidisciplinarias sobre tumores como las establecidas en Cleveland Clinic Weston Hospital, el cual es el primer programa en Florida y segundo en Estados Unidos en obtener la acreditación del Programa Nacional para el Cáncer de Rectal.