Claudia y Camila Torres, ‘Mishmashladies’, son «coaches» en cambio de hábitos y hoy nos dan algunas recomendaciones a la hora de ir de compras al supermercado.
Cambiar de hábitos en la mesa comienza mucho antes de que lleves los alimentos a tu boca. Saber qué elegir cuando vas al supermercado y, aún más importante, saber qué evitar, es esencial para que comiences una vida más sana.
Si no se aprende a comprar conscientemente, se seguirá cayendo en ‘tentaciones’ una y otra vez. ¿Cómo decirle que no a ese pan esponjoso con chips de chocolate que tienes en la despensa? Es simple, si no está incluido en tus compras, no lo vas a consumir.
Ya te debes estar preguntado cómo hacer mercado adecuadamente. Pues sigue leyendo porque te vamos a compartir cuatro estrategias fáciles que puedes poner en práctica desde ya y que te ayudarán a tomar mejores decisiones.
Para esto es ideal que planees previamente el menú de la semana. Piensa en recetas para desayunos, almuerzos y cenas con ingredientes sencillos que puedan ser usados en varias preparaciones diferentes, que te permitan dejarlos listos días antes para agilizar su cocción. Si lo haces así, no harás compras muy grandes, solo llevarás a casa lo necesario y podrás evitar esos alimentos que no vas a usar o que te van a hacer mal.
Recuerda que una lista consciente de mercado siempre debe incluir todos los grupos de alimentos (frutas, verduras, proteínas de origen animal y vegetal, buena fuente de carbohidratos, grasas buenas). La sugerencia es que hagas una lista muy amplia para que cada semana puedas variar en colores, texturas, sabores y nutrientes que te permitan hacer platos sencillos, nutritivos y diferentes.
Intenta ir después de una de las comidas principales y después de haber tomado mucha agua para que no sientas ganas de comer mientras compras. Si tu cerebro recibe la señal de estar satisfecho, estarás menos propenso a tomar malas decisiones. Por el contrario, si vas con apetito, es probable que salgas con muchas más cosas de las que necesitas y, posiblemente, poco saludables.
Prefiere los naturales con un solo ingrediente y los que no tienen etiquetas ni empaques, como las frutas y las verduras. Para esto es muy importante que aprendas a leer etiquetas. Debes estar pensando “esto es muy complicado y aburrido o una pérdida de tiempo”, pero no es así; si aprendes a hacerlo bien y con frecuencia, lo convertirás en un acto automático (así nos pasó a nosotras).
Verifica en la etiqueta de los alimentos procesados que compras que no tengan más de 5 ingredientes; allí también podrás comprobar si estás comprando lo más natural. Los ingredientes deben ser legibles y se deben entender, elimina todos los que contienen gran cantidad de palabras terminadas con “osa” como sucralosa, sacarosa, dextrosa, que tengan colorantes (amarillo, rojo, marrón) y saborizantes industrializados. Recuerda que estás eligiendo bien si cuando miras el carro de mercado, te das cuenta de que por lo menos el 70 % de tus alimentos vienen sin empaque y son de origen natural.
Papas fritas, palomitas de microondas, salsas comerciales, refrescos comerciales y bebidas azucaradas, sazonadores no naturales, embutidos, platos ya preparados para descongelar, carne y pollo marinados industrialmente, sopas instantáneas, galletería y panes industriales. ¿Cuál es la razón principal? La cantidad de gramos de sal que tienen todos los anteriores alimentos muchas veces exceden los 5 g. máximos que recomienda la OMS, ya que el consumo diario mayor de esta cantidad puede traer problemas graves en tu salud, como accidentes cardiovasculares, hipertensión, cáncer, cálculos renales entre otras enfermedades no transmisibles.
Con estas recomendaciones estamos seguras de que la próxima vez que vayas al supermercado estarás más consciente de los alimentos que eliges para comprar. Recuerda que todo es un proceso. Tener el control de tu salud depende de ti, si empiezas a incorporar pequeños cambios hoy, más adelante tendrán un gran impacto en tu vida y en la de quienes te rodean.