Entre el lujo, la cultura y la vanguardia, el destino favorito de los colombianos no deja de sorprender.
Miami no es solo una ciudad; es una promesa de sol eterno, lujo vibrante y experiencias que se reinventan con cada temporada. Si bien el mundo la reconoce por sus playas icónicas y su energía cosmopolita, la verdadera esencia de la Ciudad del Sol radica en su capacidad de transformación.
En 2024, se consolidó como el tercer destino más buscado a nivel mundial, según Google, y con más de 300.000 colombianos visitándola en solo seis meses, queda claro que su magnetismo es innegable. Pero en un lugar donde la rutina no existe, la gran pregunta es: ¿qué trae de nuevo Miami para 2025?
Para empezar, su escena cultural se expande con fuerza. Con museos de renombre como el Pérez Art Museum y el Bass Museum, la ciudad ha cimentado su lugar como un epicentro del arte contemporáneo. Pero más allá de las galerías, su vibrante escena de street art sigue evolucionando, con Wynwood marcando el ritmo de la creatividad. Al mismo tiempo, quienes buscan experiencias más inmersivas encontrarán en los Everglades y en el Biscayne National Park la oportunidad de conectar con la naturaleza en su máxima expresión.
En cuanto a hospitalidad, la oferta hotelera se reinventa con opciones para cada tipo de viajero. Desde el diseño funcional y vanguardista del CitizenM en Miami Beach hasta la opulencia del Acqualina y el Ritz-Carlton, Miami no deja de elevar el estándar en hospitalidad. Alojarse en la ciudad no es solo encontrar un lugar para dormir, sino sumergirse en una experiencia donde el diseño, el confort y la ubicación estratégica se alinean a la perfección.
Y si de gastronomía se trata, la ciudad brilla con más fuerza que nunca. Con 14 restaurantes destacados en la Guía Michelin, la oferta culinaria de Miami es tan diversa como exquisita. Desde la sofisticación de L’Atelier de Joël Robuchon hasta el espíritu innovador de COTE Miami, cada bocado es un viaje sensorial.
Moverse por Miami en 2025 será más fácil que nunca. Con 260 vuelos semanales desde Colombia y la expansión del Brightline, que conecta la ciudad con Orlando en pocas horas, la movilidad se vuelve parte de la experiencia. Ya sea por compras en Bal Harbour, tardes de cócteles frente al mar o noches donde la música latina marca el compás, Miami no es solo un destino: es una forma de vivir el presente con el lujo del futuro.