Ojo. Seguramente hay varias rutinas que no estás haciendo adecuadamente y en lugar de cuidar la piel, pueden deteriorar su estado.
¿Sientes que tu rutina para el cuidado de la piel no está dando los resultados que esperabas? Ojo. Podrías estar cometiendo algún error sin saberlo debido a que mantener la salud de la piel no es una tarea tan sencilla, pese a que existen varias rutinas y productos para hacerlo.
Ten en cuenta que lo primero que necesitas para cuidar la piel es tener paciencia, así como los conocimientos apropiados de acuerdo a tu tipo de piel y los cambios que presenta en los diferentes ambientes o temperaturas.
Para evitar afectar tu piel en lugar de protegerla, en esta nota compartimos los 5 errores más comunes en el cuidado de la piel.
Esto suele pasar cuando deseas probar productos nuevos o simplemente alguien te convence de que hagas algún cambio en tu rutina añadiendo o modificando alguna de las cremas, jabones o aceites que usas. Al hacer estos cambios, la piel no cuenta con el tiempo suficiente para adaptarse y podría resultar afectada.
Este paso es fundamental para tener una barrera cutánea saludable, sin embargo, la manera en la que se realiza depende del tipo de piel ya que es más relevante en personas que tienen piel grasa, mixta o acnéica. En caso de no hacerlo adecuadamente, podría generar más grasa y hasta granos o espinillas.
Hacer este proceso con frecuencia podría perjudicar bastante la piel, lo recomendable es hacerlo solo dos veces por semana, pues de lo contrario se podrían romper las barreras cutáneas y dejar la piel mucho más expuesta al ambiente, es decir, a la suciedad y las bacterias.
Esta práctica elimina los aceites naturales de la piel y altera sus propiedades provocando inflamación. Además, hace que tome un aspecto seco y sin brillo y a largo plazo podría acelerar el envejecimiento de la piel perdiendo su elasticidad y resistencia.
Este producto es indispensable para el cuidado de la piel llueva o haga sol e, incluso, si se está dentro de casa y más aún cuando existe una constante exposición a luces artificiales como lámparas o pantallas. Aplicarlo mejora la apariencia del rostro y podría impedir la aparición temprana de arrugas.
Otro de los errores más frecuentes es cuidar solo la piel del rostro, pues recuerda que es necesario hidratar todo el cuerpo y que tanto el cuello, como las manos, son zonas que también están expuestas todo el tiempo y requieren cuidados especiales para mantenerse radiantes.