Unas lo quieren sexy, otras largo y voluminoso, otras darle brillo y otras experimentar. El día se arregla cuando el pelo luce perfecto, pero para llegar a tremendo logro estético debemos ser cuidadosas desde la forma como lo peinamos hasta quién se atreve a cortarlo.
Para lograr una cabellera saludable, hermosa y halagada, no tienes que sentarte a esperar una epifanía o desvelar algún secreto escondido al final del arco iris. Los trucos para cuidar el cabello son milenarios, pero sobre todo, permanentes. De lo contrario, una tintura, un mal corte, un champú irregular o simplemente caminar al aire libre, pueden destruirlo en tan solo semanas. Un listado de leyes sagradas que no debes olvidar. Suéltate el pelo, es momento de atrapar miradas envidiosas. 1. Aprende a elegir tu peluquera o peluquero: Un buen estilista es la prioridad. El mito de la “mala mano” es verdad: algunos saben cortarlo, otros no. Para tener una búsqueda de final exitoso, déjate llevar por el chisme: incluye en tu listado peluqueros con reputación; en el 90% de los casos se han ganado ese puesto por su excelente servicio, aunque el costo sea un poco mayor que el peluquero de tu cuadra. Fíjate en una impecable presentación, tanto del profesional como del lugar. Selecciona más de una opción en caso de que falte cuando más lo necesites. 2. Identifica tu tipo de pelo: Casarte con una marca no es suficiente si haces una mala elección de acuerdo a tu tipo de pelo. Existen cuatro clases: normal (ni seco ni graso, aquel que no ha pasado por algún tratamiento químico), seco (luce opaco y áspero. Le sucede con frecuencia a aquellas que lo tienen muy grueso), graso (brilloso en las raíces y se ensucia en 24 horas) y mixto (raíces grasas y puntas secas). Debes elegir un shampoo, acondicionador y tratamiento de cuidado semestral según las características de tu pelo. 3. Dos pasadas de shampoo: A menos que te laves el pelo todos los días, como sucede con quienes lo tienen graso, lo ideal es aplicarte dos tandas del producto. La primera limpia la suciedad del cuero cabelludo, mientras que la segunda penetra en el pelo limpio para poder nutrirlo. 4. Date tu tiempo en el salón de belleza: Ir a los afanes no es una buena elección. Si el cambio de look es radical, lleva una foto o recorte de revista para que el estilista no se guíe solo con señas. Si es una persona de tu entera confianza y lo pones a experimentar con tu pelo, ve con tiempo o separa una cita entre semana y temprano, así no lo coges a las carreras y se dedicará solo a ti. No te muevas mucho mientras te peluqueas: los movimientos pueden despistar al profesional con tijeras. 5. El enjuague final: Hazlo con agua fría y chorros abundantes: el agua caliente lo reseca y lo quiebra, mientras que la fría lo fortalece, cierra los poros, disminuye su caída y lo hidrata. 6. Lejos del sol: Al igual que tu piel, el pelo no debe exponerse por mucho tiempo a los rayos UV. Busca un producto con acondicionador y protección solar, además que contenga ingredientes que funcionen bajo el agua y lo protejan de químicos como los de la piscina. 7. Masajes de cabeza: Los masajes son excelentes para el pelo. Si lo tienes tinturado, hazlo cada ocho días, si no, dos veces al mes. Tritura un banano maduro o prepara un puré de papaya con unas gotas de aceite de almendras. Masajea el cuero cabelludo durante 15 minutos y lava. Si tienes algún otro tipo de mascarilla natural, utilízala, pero no dejes pasar más de un mes si un buen tratamiento de “relajación” en tu cabeza: hace que crezca más fuerte y más brillante. 8. Días depresivos, lejos de la peluquería: No te realices cambios extremos en plena época de “tusa” o cuando tu ánimo anda por el piso. Cuando se vaya la tristeza, es posible que te arrepientas. Un giro de 180° en tu look requiere de tiempo, un abanico de opciones y optimismo. Lo contrario no funciona. 9. El largo es el secreto : Un corte puede darte o quitarte años. El pelo largo es perfecto para las mujeres jóvenes , pero no lo dejes crecer demasiado. Tampoco tiene mucho sentido dejártelo largo si no tienes tiempo para cuidarlo: agarrarlo con una hebilla o caucho todos los días solo lo quebrará y resecará. Si la edad comienza a ser obvia, no te lo dejes más allá de los hombros. Si tu rostro es delgado y el mentón pronunciado, el pelo corto resaltará tus facciones, más aún si le das volumen y un flequillo no muy corto. 10. El cepillo: Prefiere uno de cerdas naturales; puedes exponerlo al calor y te durará muchos años sin que se rompa y, finalmente, también rompa tu pelo. Lávalo cada mes o máximo dos con agua tibia y unas gotas de alcohol. Un cepillo poco antihigiénico acumula bacterias y sustancias que terminan debilitando tu pelo.