Se impone la cocina abierta y el lujo silencioso, que se traduce en elegancia, armonía y comodidad, libre de excesos superficiales.
“La pandemia por covid-19 acentuó en las personas la necesidad de mejorar su calidad de vida y, así mismo, la de los espacios que habitan. Esto obedece en gran parte a que durante la cuarentena las familias comenzaron a disfrutarse más su hogar y volvieron a reunirse en torno a la cocina no solo para comer, sino para dialogar, compartir y divertirse, lo que las llevó a replantearse la transformación de este espacio para vivir una experiencia realmente cómoda, relajante y que invite al bienestar”. Así explica Tatiana Flórez, la importancia que recuperó la cocina en los últimos años. Ella, junto con su esposo, Gustavo Prieto, son los creadores de Ambienta Studio, un exclusivo centro de diseño y carpintería arquitectónica reconocido en Colombia por brindar experiencias inolvidables a través de los muebles y de los espacios de lujo que diseñan.
Para estos expertos con más de 20 años de experiencia en la industria, a raíz de la fuerte experiencia emocional y física que la humanidad afrontó con la pandemia, las tendencias en diseño de cocina rescataron la íntima conexión de este espacio con la salud y bienestar de los miembros de la familia.
Eso explica porque están en furor las cocinas abiertas que facilitan compartir experiencias entre quienes habitan la vivienda y, por supuesto, sus invitados. Ahora los diseños les apuestan a formas orgánicas, estéticas, con materiales durables y elementos que evocan la belleza de la naturaleza como las piedras sinterizadas utilizadas para los mesones y otros revestimientos. “Estas piedras son apetecidas por su resistencia, versatilidad y alta durabilidad, además de que son una imitación perfecta de los mármoles. A diferencia de estos, no se manchan ni pierden brillo y duran mucho más porque son compactas, es decir, al no ser porosas permiten trabajar sobre ellas sin que se dañen, además de que soportan altas temperaturas y son amigables con el medio ambiente”, explica Flórez, administradora de empresas que aprendió este oficio al que se ha dedicado exitosamente su familia por más de 30 años.
En el lujo silencioso que está en tendencia en la cocina, “atrás quedaron las líneas rectas y los contrastes de color para ser reemplazados por líneas suaves, curvas, y tonos que evocan tranquilidad, comodidad, elegancia y nos acercan a la naturaleza como el greige o gris cálido, un nuevo color resultado de la combinación entre gris y beis”, destaca Flórez. Los materiales y tableros acrílicos que vienen prensados en texturas tipo madera y que son monocromáticos, se erigen como otra apuesta del diseño interior en este espacio que refleja la esencia de quienes lo habitan. Las vitrinas cristalizadas también cobran protagonismo porque permiten exhibir esos tesoros familiares que antes permanecían guardados y se quedaban en el olvido como finas vajillas, jarrones de plata y otros elementos que reclaman importancia en la cocina como corazón del hogar.
“Otra novedad es que los electrodomésticos, como las neveras, están integrados al mobiliario y, si bien hacen parte de la estética de este espacio, se presentan en diseños panelados, que los ocultan y le proporcionan a la cocina un aspecto más limpio, ordenado y amplio”, precisa Gustavo Prieto, quien está a cargo de la carpintería arquitectónica.
Al ritmo de lo que marcan las tendencias en carpintería arquitectónica, se cuida hasta el más mínimo detalle en el diseño interior, “por eso se tienen en cuenta también los herrajes, que garantizan el movimiento de piezas móviles, por ejemplo, en la apertura de puertas, rieles de cajones y sistemas extraíbles que también ayudan a optimizar los espacios –sostiene el experto–. Estos hacen parte de la estructura interna de las cocinas y son un gran diferencial ya que aseguran la funcionalidad y perdurabilidad de los muebles, entre otras cosas, debido a que los consumidores, hoy, hacen inversiones inteligentes para el hogar, con productos de alta calidad y que se valoricen en el tiempo”.