Te contamos más sobre la divertida experiencia de ‘pueblear’ por este departamento y conocer uno de sus paraísos naturales: una playa que queda a tan solo 200 kilómetros de Bogotá.
Ubicada a 3015 metros sobre el nivel del mar, la Laguna de Tota es una de las maravillas turísticas del departamento de Boyacá y el cuerpo de agua más importante de Colombia. Esta joya escondida, es un paso obligado para turistas nacionales y extranjeros, no solo por su cercanía a la capital de Colombia, sino por la belleza de su costa conocida como ‘Playa Blanca’, designada así por el color de su arena.
En estos dos destinos sus visitantes podrán practicar pesca artesanal, buceo de altura y esquí náutico. Para los amantes de la montaña, la variedad de actividades pasa por el ciclomontañismo, caminatas al aire libre y recorridos temáticos.
Dicen que el color de la Laguna de Tota cambia con los rayos del sol, de manera que tendrá fragmentos azules o verdes, brindando una vista ancestral como en la época del pueblo indígena Muisca, cuya leyenda afirma que en sus aguas habita el ‘Monstruo del lago de Tota’, también conocido como ‘diabloballena’.
Los visitantes podrán encontrar diversos planes para todos los gustos y presupuestos; además, tendrán la posibilidad de vivir la experiencia de recorrer diferentes municipios como Aquitania, Sogamoso, Duitama, Tunja, Tibasosa, Cuitiva, Iza, Firavitoba, que albergan paisajes campestres y una arquitectura tradicional, acompañados de las artesanías y gastronomía propia del departamento de Boyacá.