Sus privilegiadas vistas, su localización en pleno y su decoración a otro nivel, han convertido al hotel Nhow Ámsterdam RAI en el más instagrameable de la ciudad de los canales.
Ámsterdam, conocida por sus canales pintorescos y su rica historia cultural, es también el hogar de innovaciones arquitectónicas y experiencias hoteleras que rompen con lo convencional. En este contexto, el hotel Nhow se muestra como un verdadero ícono de originalidad y vanguardia, donde cada elemento, desde el diseño hasta el servicio, está cuidadosamente concebido para ofrecer a los huéspedes una experiencia única que combina lujo, descaro y un toque de extravagancia. Entramos en él y esto fue lo que encontramos.
Llegar al hotel nhow Ámsterdam RAI fue, una experiencia reveladora. Desde el primer vistazo, la estructura cautivaba con su arquitectura audaz que desafiaba lo establecido. El edificio se distinguía por una fachada dinámica que mezclaba líneas geométricas con materiales contemporáneos. Esta estética no solo convirtió al hotel en un punto de referencia en el horizonte de Ámsterdam, sino que también marcó el tono para lo que los esperaba en su interior.
Al cruzar las puertas, uno es recibido por un vestíbulo vibrante que refleja la esencia misma de la marca. La decoración es un festín visual: una mezcla de colores brillantes, patrones intrigantes y elementos que parecen dialogar entre sí. Este entorno no solo busca impresionar; cada rincón está diseñado para inspirar creatividad. envolvente que invita a los huéspedes a explorar y descubrir.
En el momento de entrar a la habitación (una de las 650 que tiene) es un testimonio de la audacia del diseño contemporáneo. Cada espacio ha sido meticulosamente decorado para ofrecer una mezcla ecléctica que combina confort con un estilo innovador. Las habitaciones son un lienzo donde los colores se entrelazan con patrones atrevidos, creando una sensación de dinamismo y vitalidad. Desde los peces que parecen cobrar vida en las mesas de noche, hasta las lámparas de diseño único, cada detalle ha sido seleccionado para ofrecer una experiencia sensorial completa.
Los huéspedes pueden optar por una variedad de estilos de habitación, desde espacios más sencillos y minimalistas hasta los más lujosos que ofrecen vistas espectaculares de la ciudad. Sin embargo, lo que realmente distingue es la atención al detalle: los muebles son seleccionados para ofrecer no solo estética, sino también comodidad, creando un refugio perfecto para relajarse después de un día explorando Ámsterdam.
Pero, la innovación no se detiene en el diseño. Los servicios del hotel están pensados para ofrecer una experiencia que trasciende, desde el check-in hasta la organización de actividades en la ciudad, todo está diseñado para que la experiencia sea fluida y sin complicaciones.
Y es que Ámsterdam combina lo clásico y lo moderno en experiencias turísticas únicas. Para quienes buscan arte contemporáneo, el Museo MOCO es una parada obligada, exhibiendo obras de grandes artistas como Banksy y Kusama en un ambiente íntimo y provocador que inspira a los visitantes a ver el arte desde otra perspectiva. Luego, explorar la ciudad en metro permite moverse fácilmente a diferentes barrios y conocer la vida local en cada estación, brindando una mirada auténtica al día a día de la ciudad. No puede faltar un paseo por los famosos canales, donde las pintorescas casas y puentes ofrecen una estampa clásica y fotogénica de la ciudad, ideal para un recorrido en barco o simplemente caminar a su orilla. Para una experiencia fuera de lo común, NDSM, el antiguo astillero industrial, es perfecto: allí se encuentran grafitis, galerías de arte urbano, cafeterías alternativas y vistas impresionantes del río IJ, haciendo de este rincón uno de los espacios más eclécticos y vibrantes.
Al regresar al hotel, es posible bucar algo de relax. El Moana Bar es un lugar donde la experiencia de tomar una bebida se transforma en una inmersión cultural y artística. Este espacio no solo sirve cócteles y aperitivos, sino que se convierte en un escenario donde las tradiciones japonesas y mexicanas se encuentran en un diálogo visual fascinante. El diseño del bar es un homenaje a la diversidad, con un impresionante mural que presenta dos catrinas imponentes: una de ellas reinterpreta la figura de la geisha moderna, mientras que la otra, adornada con flores típicas de México, simboliza la riqueza de ambas culturas.
Con el objetivo de brindar una estancia aún más exquisita e inolvidable, el hotel ha diseñado una propuesta gastronómica única. Para empezar el día de una forma saludable y equilibrada, se ofrece un desayuno buffet con una amplia variedad de zumos naturales, bollería, fruta y la posibilidad de solicitar platos calientes.
En el piso 24, Selva rinde homenaje a la selva amazónica, los pulmones de la tierra. Sabores exóticos de América Latina y una atmósfera encantadora, con una impresionante vista panorámica de 360º de Ámsterdam.
En el corazón de este hotel se encuentra David Zuker, un artista cuya visión creativa ha transformado este espacio en una obra maestra que captura la esencia de la ciudad. Su enfoque innovador, que fusiona estética y funcionalidad, ha dado vida a un ambiente que invita a experimentar un mundo de sorpresas y emociones.
Zuker ha puesto su ingenio en cada rincón del nhow, desde los cabeceros de las habitaciones, que son un reflejo de los puntos cardinales hacia los cuales miran, hasta el vibrante Moana Bar y el acogedor lobby. Cada uno de estos espacios está impregnado de significado, lo que no solo resalta la diversidad cultural de Ámsterdam, sino que también ofrece una narrativa visual que transporta a los huéspedes a través de diferentes paisajes emocionales. El uso de una paleta de colores audaces y patrones dinámicos se entrelaza con elementos que evocan tanto la historia de la ciudad como la modernidad del hotel, creando una experiencia sensorial única.
La ambición de Zuker va más allá de simplemente embellecer el entorno; su objetivo es crear un espacio donde cada visitante pueda sentirse como en casa, al mismo tiempo que se sumerge en la rica diversidad cultural del hotel. Este enfoque centrado en el huésped, combinado con su habilidad para jugar con texturas y formas, ha llevado al nhow Ámsterdam a convertirse en un referente del diseño contemporáneo. Al caminar por sus pasillos, es imposible no sentir la pasión y la dedicación que Zuker ha vertido en cada detalle.