Con vuelos cómodos y tarifas flexibles, Wingo se consolida como la mejor opción para escaparse a rincones fantásticos en el mundo.
Entre arquitectura colonial, sabores caribeños y atardeceres de postal, esta ciudad vibra como el destino ideal para una escapada exprés que se siente como vacaciones completas.
Aunque solemos reservar los destinos de playa para las vacaciones largas y planificadas, cada vez más viajeros están descubriendo el encanto de las escapadas breves. Esos fines de semana que se convierten en paréntesis revitalizantes, donde una ciudad inesperada puede ofrecer tanto como una semana entera de descanso. En ese radar de viajes breves, Panamá empieza a consolidarse como uno de los destinos favoritos desde Colombia. ¿La razón? Su mezcla de modernidad, cultura y conexión privilegiada lo convierte en el lugar perfecto para escapar sin complicaciones.
Basta con aterrizar en Ciudad de Panamá para sentir que se está entrando en un cruce de mundos: rascacielos junto al Pacífico, calles empedradas del Casco Antiguo que huelen a café y mar, boutiques independientes, rooftops animados y una gastronomía en constante evolución.
Es un lugar que se recorre bien en tres días, pero que se queda largo tiempo en la memoria. De viernes a domingo, el itinerario puede incluir caminatas por la Cinta Costera, visitas al canal y cenas con vista al skyline. La energía del trópico está ahí, pero con el ritmo justo para quien solo quiere desconectarse unas horas de la rutina.
La buena noticia es que hoy Panamá está más cerca de lo que parece. Wingo, el principal operador de bajo costo en la ruta aérea entre Colombia y Panamá, conecta de forma directa la capital panameña con cinco de las principales ciudades del país: Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena y Barranquilla. Esta red de vuelos, que suma 24 frecuencias semanales, permite planear salidas flexibles y adaptadas a cualquier agenda, incluso si lo que se busca es tomar un vuelo el viernes por la noche y regresar el domingo al anochecer.
Lo mejor de una escapada a Panamá es que, en tan solo un par de días, puedes vivir muchas versiones de ti misma. La ciudad invita a caminar sin rumbo, a descubrir sabores nuevos entre ceviches frescos y a dejarte seducir por esa mezcla de culturas que se siente en cada esquina. Panamá no necesita tiempo para conquistarte: un fin de semana bien aprovechado puede ser más que suficiente para volver con el corazón lleno.
Con cerca de 38 mil sillas ofertadas al mes en este corredor internacional, Wingo se consolida como una opción inteligente para quienes priorizan eficiencia, puntualidad y control sobre su experiencia de vuelo. Además, permite personalizar cada trayecto: desde los servicios básicos de la tarifa “Basic”, que incluyen artículo personal y check-in en línea, hasta upgrades pensados para quienes quieren optimizar cada parte del viaje: sillas con espacio extra, abordaje prioritario o equipaje adicional.
Lo cierto es que Panamá tiene esa cualidad que solo algunos destinos logran: la de sentirse familiar sin perder el factor sorpresa. Cada calle del Casco Viejo guarda historias, y cada encuentro en el Mercado de Mariscos tiene el potencial de convertirse en una anécdota. Es una ciudad en la que se puede cambiar el plan sobre la marcha, dejarse llevar por la música en vivo o simplemente quedarse en una terraza viendo cómo cae el sol detrás de los edificios.
Así que si estás pensando en un respiro que no implique trámites eternos ni traslados agotadores, Panamá merece un lugar prioritario en tu lista. Porque a veces, todo lo que uno necesita para desconectarse es cambiar de paisaje, caminar otras calles y dejarse llevar por la promesa de un fin de semana bien vivido.