Esta fruta es una de las más beneficiosas para nuestra salud ya sea que la consumas sola o con algún otro alimento
Es indudable el beneficio que proporciona a nuestro organismo el hecho de incluir frutas dentro de nuestra alimentación diaria. Si bien es cierto que todas tienen algo que aportar a nuestro organismo, las fresas deberían ser parte de esos alimentos infaltables en nuestra dieta.
Además de que es un placer consumirlas por esa mezcla de sabor tan particular que las caracteriza, tienen la enorme ventaja que se pueden consumir solas o combinadas con yogurt o avena. De cualquier forma, son muchos los aportes que pueden hacer a nuestro cuerpo.
De acuerdo con el portal runnersworld.com, las fresas tienen una gran riqueza mineral, ya que son una de las frutas más ricas en hierro junto a la frambuesa y la grosella. En un puñado de fresas podemos encontrar un 17% de hierro y un 9% de magnesio, además de potasio, calcio, fósforo, manganeso, silicio y cobre.
Por todos estos componentes son muy buenas para evitar problemas de desnutrición con la gran ventaja de que tienen un bajo contenido de calorías.
Además, son una fuente rica en vitamina C, que ayuda a mantener el sistema inmune fuerte y a proteger las células del daño oxidativo causado por los radicales libres, tal y como explica la Fundación Española de Nutrición (FEN).
Las fresas son ricas en fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales, lo que ayuda a mantener un intestino saludable.
También sus componentes ayudan a la absorción de los nutrientes, de las proteínas y de los nutrientes que necesita nuestro cuerpo.
Por otra parte, la fibra juega un papel fundamental para ayudar a hacer la digestión y regularla.
Las fresas son una buena merienda para perder peso o mantenerlo.
Se convierten en un excelente snack para picar entre las comidas reemplazando galletas, harinas o dulces que nos pueden hacer ganar unos kilos de más.
Cada fresa suele equivaler a cuatro calorías. Y además, la gran cantidad de fibra ayuda a retrasar la digestión.
Una buena porción de fresas puede reemplazar al tradicional vaso de jugo de naranja, pues contiene gran cantidad de vitamina C.
De hecho, un buen desayuno puede constar de una taza de fresas mezcladas con avena o con yogurt.
Pueden ayudar a aquellas personas que sufren casos de hipertensión arterial, e incluso disminuiría los niveles de colesterol en sangre de forma significativa, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir enfermedades como la diabetes o el cáncer.
Al igual que todos los frutos rojos como las cerezas, las frambuesas o los arándanos, las fresas contienen antocianinas, un pigmento que ayuda a combatir la inflamación