En un mundo competitivo hay que saber destacarse. Una manita extra a nuestro currículo puede ser la clave.
Cuando estamos en la búsqueda de trabajo o moviéndonos activamente revisando nuestras oportunidades laborales, una de las cosas más importantes y nuestra primera carta de presentación es nuestra hoja de vida. A veces cometemos errores tontos que le quitan fuerza a nuestra historia o no pensamos en pequeños detalles que pueden llegar a destacarnos entre otros candidatos. Así pues, estas son algunas de las cosas que podemos hacer para poner nuestra hoja de vida a brillar.
1- Es muy importante que además de poner la información básica se añada al menos una línea con nuestro perfil profesional. Es decir, una breve descripción de nosotros como profesionales, lo que mejor hacemos, y cómo lo hacemos. ¡Ojo! Hay que ser concreto y aterrizado, un párrafo de echarnos flores, de información innecesaria y con frases de cajón, sacarán corriendo a cualquiera que lea.
2- Hablando de brevedad, un buen currículo no sobrepasa la página y media. Todo lo que alguien de recursos humanos necesita saber sobre nosotros puede ser reducido a este espacio. Créannos y no gasten tanto papel en esas cuatro páginas que al final no dicen nada que una no pueda resumir.
3- Al hablar de la experiencia laboral, los puntos que deben quedar claros son: cargo, nombre de la empresa, tiempo en el que se trabajó en ella en un solo renglón. En el siguiente una breve descripción del cargo y los logros que alcanzamos.
4- En cuanto a los logros, es una de las cosas que mejor ayudarán a entender a la persona que lea nuestro currículo cómo nos desenvolvemos y qué consideramos importante. Así pues, verbos como “logré, alcancé, trasnformé, mejoré, resolví...” son siempre bienvenidos.
5- Buena redacción sí, pedantería incomprensible no. Este no es uno de esos casos en los que vale el famoso “confunde y reinarás”. Si nos vamos a dar aires y utilizar palabras incomprensible es posible que nos quedemos esperando esa llamada que no llegará. Un buen tip es tratar de lograr que aún una persona que no pertenezca a nuestra ámbito laboral pueda entender nuestro currículo. Contundente, fuerte, pero ante todo claro.
Lleva tu actitud profesional aún más lejos conociendo estos Hábitos que tienen en común las mujeres exitosas
6- Esto no quiere decir que dejemos de lado la creatividad. El formato y la presentación pueden ser creativos (en algunas áreas más que en otras, claro está), pero siempre vale la pena preguntarse por qué alguien querría escoger y ver la nuestra.
7- Hablar de los objetivos profesionales puede ser difícil, pero realmente hace una diferencia. Esto ayudará a que quien nos lea tenga alguna idea de cómo nos proyectamos y cómo nos vemos dentro de su empresa. Es un plus definitivo.
8- Clave igualmente personalizar el currículo dependiendo de la vacante a la que se esté aplicando. Esto puede parecer muy demandante y sin embargo mejora nuestros chances de manera contundente. Es mejor hacer la tarea de ver la vacante y hacer notar en nuestro CV por qué somos idóneos para ella que quedarnos en lo genérico.
9- Orden y limpieza, por favor. Nadie va a detenerse en un currículo ilegible, con frases extremadamente largas, desordenado y mucho menos con faltas de ortografía. Todo entra por los ojos y en este caso, una página bastará para que nos den su veredicto.
10- Finalmente, en este mundo de redes sociales, éstas pueden jugar tanto a nuestro favor como en nuestra contra. No estamos entregando tan solo nuestra hoja de vida sino que tenemos que saber que también nos van a revisar las redes. Por eso podemos escoger usarlas como un portafolio de lo que hemos hecho, una muestra de nuestros intereses y una manera de hacer networking.
Por: @Maria José Marroquín