La carne de pavo se debe almacenar en la parte más fría de la nevera y la carne de pavo precocida en envases de vidrio para preservar su frescura.
Saber cómo almacenar correctamente los alimentos en nuestra nevera no solo nos ayuda a maximizar su frescura, también nos ayuda a cuidar la salud de nuestra familia y evitar intoxicaciones alimentarias.
Uno de los alimentos a los cuales hay que prestar gran atención es a las carnes, dado que un mal manejo de estas pueden provocar la propagación de bacterias como Escherichia Coli o E. Coli, Salmonella, Listeria Monocytogenes y Staphylococcus Aureus, las cuales ponen en riesgo la salud de los consumidores.
El primer paso para garantizar la frescura de las carnes comienza en el momento de la compra. Elige carne fresca de proveedores confiables y asegúrate de que esté sellada en envases herméticos y refrigerada correctamente en el supermercado. Al transportarla a tu hogar, mantén la carne en una bolsa térmica o una bolsa aislante para evitar cambios bruscos de temperatura.
Tan pronto como llegues a casa, coloca la carne en la nevera lo antes posible. Asegúrate de que la temperatura interna de tu refrigerador esté entre 0°C y 4°C para prevenir el crecimiento de bacterias. Si tu nevera tiene un compartimento específico para carne, úsalo, ya que está diseñado para mantenerla en las condiciones óptimas.
Si la carne viene en un envase hermético sin abrir, puedes almacenarla directamente en su envoltorio original. De lo contrario, retira la carne de cualquier empaque inadecuado y envuelvela en bolsas herméticas para eliminar todo el aire posible. Si vas a almacenar diferentes tipos de carne, es recomendable separarlas en recipientes o bolsas individuales para evitar la contaminación cruzada.
Si dentro de tu dieta consumes carne de pavo, la recomendación es envolverlo en papel de aluminio o plástico y guardarlo en una bolsa hermética.
Evita que la carne cruda entre en contacto directo con otros alimentos para prevenir la propagación de bacterias. Si es necesario, utiliza una bandeja o un recipiente para contener cualquier líquido que pueda escurrir. Carnes como la de pavo deben ser almacenadas en la parte más fría de la nevera.
La carne fresca generalmente puede conservarse en el refrigerador durante 2 a 4 días, dependiendo del tipo de carne. Es importante respetar las fechas de caducidad impresas en el envase y consumir la carne antes de que expire. Si no tienes planes inmediatos para utilizarla, considera congelarla en lugar de dejarla en la nevera durante largos períodos.
La carne de pavo precocida debe ser almacenada en recipientes herméticos preferiblemente de vidrio para mantener la frescura y evitar olores indeseables.
Si deseas utilizar carne congelada, es recomendable descongelar en el refrigerador para mantener su calidad. Nunca dejes la carne a temperatura ambiente para descongelarla, ya que esto puede favorecer el crecimiento de bacterias. Planifica con anticipación y coloca la carne en un recipiente en la parte baja de la nevera para descongelar lentamente.
Las agencias alimentarias recomiendan mantener en congelamiento el pavo entero hasta por 12 meses y las partes del pavo hasta 9 meses.
Nunca descongeles el pavo dejándolo sobre el mesón. El pavo debe descongelarse a una temperatura segura. Cuando se lo deja afuera a temperatura ambiente por más de 2 horas, su temperatura ya no es segura aunque la parte del centro todavía esté congelada.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que no laves ni enjuagues el pavo crudo, debido a que los jugos de las aves se pueden esparcir en la cocina y contaminar otros alimentos, los utensilios y los mesones.