La complejidad de sus movimientos lo ha convertido en una de las tendencias ‘fitness’ más seguidas
Para algunos es un tipo de danza con movimientos complejos de cadera que pueden parecer bastante sensuales, sin embargo, el ‘twerking’ se ha convertido en una de las rutinas de ejercicios más completas que muchas mujeres practican alrededor del mundo.
Es la representación de una época y de la cultura urbana más actual. Pero también es una gran manera de ejercitarse y de mantener el cuerpo activo.
Según el portal Dance Motion, una hora de ejecución de ‘twerking’ puede ayudar a quemar hasta 600 kilocalorías,
Esto se debe a la velocidad de los movimientos y al esfuerzo que se debe hacer al practicarlo. Por eso, cada vez son más los gimnasios que ofrecen este tipo de rutinas como herramienta para ayudar a la pérdida de peso mientras se ejercita el cuerpo.
Sin embargo, no es el único beneficio que ofrece para nuestro organismo y aquí te damos una lista de algunos de ellos:
El ‘twerking’ forma parte de lo que se conoce como ‘cultura bounce’, un tipo de música derivado del hip-hop, que nació en Nueva Orleans y cuyo ritmo derivó en el ‘booty-shaking dance’.
Se considera que Miley Cyrus fue quien empezó a popularizarlo cuando lo presentó en los premios MTV en 2013, momento en el que levantó gran polémica por sus movimientos fuertes de cadera, sin embargo, con el tiempo se ha convertido en uno de los bailes preferidos por las nuevas generaciones.
Los movimientos de este provocador baile tiene influencias africanas, especialmente de danzas como el ‘mapouka’. Pero uno de los estilos que más ha influido sin duda en la actualidad es el perreo, asociado a la cultura del reguetón, y que ha ayudado a darle más complejidad a los movimientos.
Con el tiempo, reconocidas estrellas como Beyoncé, empezaron a incluir este tipo de baile en sus presentaciones y año tras año son más las artistas que ven en esta forma de danza la mejor manera de hacer sus presentaciones.
En la actualidad forma parte de la cultura popular de los millennials más jóvenes y la generación Z y uno de sus encantos es que no tiene sexo, tanto hombres como mujeres pueden disfrutar de este baile moviendo vigorosamente sus caderas.