La piel es el órgano más grande del cuerpo y se podría decir que también es uno de los más importantes. Por eso es de suma relevancia que le dediquemos algunos cuidados para mantenerla sana.
Así como es importante hacer ejercicio físico para mantener activo el cuerpo y saludable, es importante hidratar la piel para que en el futuro no presentemos problemas que sean incurables.
Seguramente ya has escuchado de lo fundamental que es limpiar el rostro tanto en la mañana como en la noche antes de dormir para quitar las impurezas de la piel y que no se acumulen en el rostro, así como lo necesario que es el uso de productos especiales de acuerdo a nuestro tipo de piel y por último pero no menos importante, el uso de bloqueador solar aunque no haya sol.
Aunque estos cuidados parezcan simples y hasta irrelevantes, son tres pasos que no podemos pasar por alto si queremos tener una piel sana y limpia sin imperfecciones, pues a partir de omitir estos pasos es que pueden surgir las arrugas, la sequedad y la falta de luminosidad.
Por lo anterior, además de lo básico siempre es útil potenciar esos cuidados con otros elementos que podemos aplicar de vez en cuando para mantener un rostro admirable.
Contra el acné
Para esto necesitaremos tres ingredientes: agua, unas gotas de zumo de limón y levadura de cerveza. Procederemos a integrar los elementos y revolver hasta formar una pasta.
Cuando tenga una textura más o menos espesa aplicamos sobre el rostro previamente lavado y dejamos actuar por 10 minutos. Al terminar el tiempo retiramos con un suave masaje y agua tibia. Haciéndolo una vez por semana veremos resultados de una piel sin granitos.
Nutrición profunda
Con tan solo cuatro ingredientes esta receta mantendrá tu piel luminosa. Necesitaremos: una clara de huevo, la mitad de un plátano, hojas de menta y una cucharadita de miel.
Primero debemos batir la clara de huevo y luego integrar el resto de ingredientes revolviendo. Cuando se haya formado una pasta la aplicamos sobre el rostro limpio y dejamos 15 minutos para luego quitarla con masajes suaves y agua al clima.
Pero para este mismo objetivo también hay otra receta que consta de una cucharada sopera de avena, una cucharada de yogur natural y un chorrito de miel. Integramos hasta que se haga una mezcla homogénea, aplicamos en el rostro limpio y dejamos también 15 minutos para que haga efecto.
Después retiramos con agua templada y secamos con cuidado.
Para reducir la grasa
Hay personas que tienen una piel muy grasa que en ocasiones es bastante molesta, pero para ello hay una mascarilla que puedes usar para controlar ese exceso.
Para ello debes tener unas fresas y un yogur, y opcional fécula de maíz en polvo y una cucharadita de miel. Revuelves hasta que se haga una mezcla homogénea, aplicas sobre el rostro limpio y dejas pasar 10 minutos con la mascarilla en la cara. Retira con agua fría.
Contra la resequedad
En el extremo opuesto hay quienes sufren de falta de brillo y una resequedad extrema. Para solucionar esto necesitamos pulpa de mango, miel y azúcar. O también hay otra receta con yema de huevo y aguacate.
En ambas recetas hay que mezclar bien todos los ingredientes y luego aplicar sobre el rostro limpio. La mascarilla de mango se debe dejar actuar por 10 minutos, mientras que la de aguacate la debes dejar por 15 minutos.
Al terminar el tiempo retiramos con agua tibia y secamos con cuidado a toque para luego aplicar tu crema hidratante.
Todas estas mascarillas pueden ser usadas una vez a la semana o cada 15 días.