De la mano del sello editorial Artika, Botero lleva su obra al impreso en una edición de lujo
Fernando Botero ha sido el precursor de todo un estilo que lleva su nombre (el boterismo) y que lo ha hecho inconfundible en el mundo del arte. Sus trazos simétricos, su fijación por el volumen y la elección cuidadosa de las paletas de colores que usa en sus creaciones han hecho de sus obras un referente fundamental en la historia de la pintura.
El desarrollo de su técnica ha tenido una evolución desde el impresionismo hacia un estilo propio y característico en el que encontramos figuras hiperbólicas y realidades distorsionadas. Uno de sus tantos referentes artísticos es el Renacimiento, dentro del que se encuentra Piero della Francesca, del cual heredó cierto gusto por los retratos.
De hecho, pensando en la pintura renacentista y en que los retratos de Cristo habían desaparecido del foco de los artistas en los siglos XIX y XX con el crecimiento del laicismo en la comunidad, empezó a elaborar su obra Vía Crucis, una interpretación moderna de la pasión de Cristo que, según el director de Artika, Marc Buil: “(Tiene) una visión más laica y la utiliza como un vehículo para hacer un homenaje a esos artistas (los del Renacimiento) y homenajear a Colombia, porque vemos una pasión de Cristo ambientada en pueblos antioqueños”.
Allí, como lo dijo Buil, Botero incluye elementos de su cotidianidad y traslada la obra a nuestro tiempo. Ejemplo de ello es el Cristo azotado por un policía o aquel que lleva su cruz a cuestas en un pueblo de Antioquia. La obra está compuesta por 27 óleos sobre lienzo y 34 dibujos sobre papel.
Esta selección ofrece un gran horizonte de sentido y deleite estético que puede apreciarse en el Museo de Antioquia desde 2012 y que ahora, para aquellos amantes del arte, está disponible en un libro de lujo de la editorial Artika. Con la continua supervisión de Botero, Artika hizo una edición de lujo que tardó 4 años en ser elaborada. De acuerdo con Marc Buil: “La producción es totalmente artesanal y es compleja también, porque hacemos cosidos manuales, la impresión tiene que ser facsimilar, exactamente igual al original, cómo se encuaderna, la tela de lienzo que ponemos, en este caso en la portada (...) es todo un trabajo muy artesanal y que por eso tardamos 4 o 5 años”.
Cada dibujo está acompañado de una cita de la biblia que se relaciona con el tema de la obra. Además, la edición tiene un libro de autor, en donde se ahonda en el estilo de Botero, se muestran algunas de sus pinturas más famosas en alta calidad y se hace una cronología de su obra. En palabras de Marc Buil, esta edición: “Busca formar parte del patrimonio familiar (...) es una forma de hacer el arte un poco más accesible, porque, desgraciadamente, muy poca gente puede tener un Botero en su casa”.
Por tratarse de una edición limitada y artesanal, cada uno de los ejemplares se encuentra numerado. Esta edición en particular tiene un tiraje de 2998 ejemplares, 200 de ellos firmados por el artista. Los precios de esta edición oscilan entre los 4000 y 8000 euros, dependiendo de si el ejemplar está firmado por Botero o no.