La directora creativa de Swarovski, Natalie Colin, invitó a la famosa diseñadora de joyas Shourouk a recorrer la ruta de la seda, un viaje desde China pasando por el Himalaya, India y Venecia. El resultado: una colección que ya se consigue en Colombia.
Esta nueva colección le rinde homenaje a las tradiciones y técnicas artesanales de joyería de la India. Graduada en el estudio Berçot en París, una de la mejores escuelas de estilismo en Francia, la diseñadora Shourouk inició su carrera en la moda cuando vio sus bordados en la colección de John Galliano para el otoño 2007. Desde ese momento despegó su carrera, pues al poco tiempo fue invitada a colaborar con Jean Paul Gaultier. Creó una colección de joyas para su colección de otoño en 2009, en la que usó cristales de Swarovski en brazaletes hechos de cordones color neón que causaron un gran impacto en el público. También trabajó un tiempo con la casa Chloé y para Roberto Cavalli, pero finalmente llegó a la conclusión que lo suyo eran las joyas.
Shourouk Rhaiem es parisina de corazón. De padres tunecinos, nació y creció entre dos culturas, la francesa y la del norte de África. El clasicismo y la diversidad de razas y culturas de sus habitantes forman parte de su bagaje cultural. Su estudio, muy cerca del museo de arte moderno, es también una referencia en su trabajo, pues las obras de arte son una fuente de inspiración para innovar. El resultado de la colaboración con Natalie Colin, directora creativa de Swarovski, es el proyecto Secret Treasures, una colección inspirada en la versión moderna de la ruta de la seda que interpreta a Swarovski desde un nuevo ángulo.
Mirando el itinerario del viaje, Shourouk decidió hacer una escala en la India, el país que le llega al alma. De niña, descubrió el movimiento cineasta llamado Bollywood, películas que reflejan la riqueza y el lujo de esta cultura. Los colores, las vestimentas, los marajás, la escenografía la marcaron profundamente, y la oportunidad de desarrollar una colección de joyas con este tema le llegó como anillo al dedo. “La India es fuente inagotable de inspiración. Fue fascinante interpretar las joyas de los príncipes indios, ricos en detalles, color y complejidad, en una versión contemporánea”. Esta minicolección de joyas es como un diario de viaje que mezcla el conocimiento con las tradiciones de esas tierras lejanas que siempre han ejercido una atracción sobre Occidente.