Las virtudes de esta dulce sustancia producida por las abejas se ponen a prueba en productos que le aportan beneficios a la piel.
Si hay algún producto de la naturaleza que a través del tiempo conserva su buena fama es la miel que sale de los apiarios de todo el mundo hacia los centros de consumo. Por algo nuestras abuelas creían ciegamente en sus virtudes y nos la daban en cucharadas. Las abejas se han ganado con razón el reconocimiento de ser las polinizadoras por excelencia y casi todos los derivados de su laborioso trabajo tienen alguna clase de propiedades saludables. Pero hoy vamos a ver las virtudes de la miel que tienen que ver con la salud de la piel.
Empecemos por la jalea real, esa masa viscosa que segregan las glándulas hipofaríngeas de la cabeza de abejas obreras jóvenes y que sirve de alimento solamente a la abeja reina y a las larvas de celdas reales que darán origen a una nueva reina. Pues bien. Esta jalea real ha sido destacada como un eficaz regenerador de las células de la piel y por consiguiente como una eficiente constructora de colágeno.
Una historia pegajosa
Burt Shavitz, el fundador de la compañía Burt’s Bees en 1984, tiene una historia singular: nacido en 1935, formó parte de la generación hippie de los sesenta y trabajó como fotógrafo para las revistas Time y Life. Un día decidió irse a vivir a una pequeña granja en Bangor, Maine, donde tenía un apiario. Personalmente, en su camioneta pick-up, vendía puerta a puerta la miel que producía en su granja. Así conoció a su esposa, la diseñadora Roxanne Quimby, gracias a que un día la llevó en su automóvil.
Fue Roxanne quien aprendió a fabricar velas para aprovechar la cera que abundaba en los panales. Un tiempo después, poco a poco, Shavitz y Quimby fueron desarrollando fórmulas de cosmética y belleza con el término “natural”, que para ellos significa “cualquier sustancia que procede de un cultivo, que es aislada y purificada a través de una variedad de técnicas sustentables y responsables con el medio ambiente”.
Más de ochenta fórmulas que se venden hoy en los Estados Unidos y que ya están en varios países de Latinoamérica son noventa y ocho por ciento naturales, mientras que cuarenta y dos productos de los que ofrece la compañía son cien por ciento naturales. El bálsamo para los labios de Burt’s Bees, su producto estrella, representa para la firma cinco millones de dólares anuales en ventas.
Derramando virtudes
Que la miel es benéfica para la piel lo corrobora el hecho de que sea un poderoso antioxidante, además de antiinflamatorio, cicatrizante y humectante. Lo que pasa es que ahora las compañías han sabido potenciar los beneficios de la miel y la jalea real a través de fórmulas que aprovechan muy bien sus principios naturales. Guerlain, por ejemplo, tiene algunas elaboraciones a base de jalea real y miel que sirven para reafirmar la piel, como quiera que restablecen los fibroblastos, importantes células del tejido conectivo.
Por su parte, muchas de las compañías que se han especializado en la fabricación de productos de belleza a partir de ingredientes naturales han echado mano de la miel como uno de los componentes más idóneos de cremas para el cuerpo y las manos, jabones y otros artículos que, gota a gota, van por el mundo reiterando la buena fama de la miel como una panacea.