El enrojecimiento de la piel obedece a varias causas y tiene, así mismo, varias formas de encararlo. Entérate aquí.
La piel roja molesta, apena, mortifica. Ruborizarse es la manera más inevitable de decirle al mundo que algo nos intimida, que nos hace caer en evidencia. El reflejo más claro de las emociones es la cara roja, pero también lo es de la exposición continua al sol sin suficiente protección, de una afección de la piel llamada rosácea y de otras novedades como venitas que afloran por cambios bruscos de temperatura.
Corregir la piel roja es cosa de ponerle cuidado e identificar las causas que la producen, que por lo general obedecen a emociones extremas, al consumo de alimentos muy calientes o picantes y de alcohol, o a afecciones como la rosácea, que se caracteriza por una especie de granos rojos que producen quemazón y ardor y que encienden excesivamente la parte frontal de la cara. Una vez sepas qué produce el enrojecimiento de tu cara podrás controlarlo, seguro que sí.
Mejor descolorida
- Evita las bebidas calientes y los alimentos picantes.
- Prepárate con un buen fluido relajante ante temperaturas extremas.
- Evita exponerte al sol calcinante durante mucho rato.
- Consulta al dermatólogo si el enrojecimiento persiste