Antes de que la chaqueta de jean se erigiera en el complemento ideal para darle informalidad a un vestido elegante, el dénim, principal material a partir del cual se elabora, estaba relegado al uso de los trabajadores por ser muy resistente, durable y cómodo. Fue la compañía Levi Strauss la que introdujo al mercado unos pantalones teñidos de color índigo, sintético, que se empezarían a popularizar entre la gente por su resistencia, sobre todo después de que se reforzaron las esquinas de sus bolsillos con remaches, evitando que se descosieran.
El inicio de la producción de los primeros
jeans haría que no solo el ejército de Estados Unidos reemplazara su uniforme de color café, sino que los conocidos overoles fueran comúnmente usados por mecánicos, pintores, maquinistas, granjeros y conductores como sus principales aliados.
A la par, l
a chaqueta de jean, cuya primera aparición se dio en 1905, complementaría a esos pantalones pensados para trabajar. Hecha en 9 onzas, la original Levi’s 506XX (término usado para describir la calidad y el peso –doblemente extrapesado–) fue referenciada como una blusa hasta la década de 1930, cuando entró oficialmente en el catálogo de la firma con el nombre de “chaqueta”. En ese entonces constaba de un bolsillo en el lado izquierdo del pecho, con remaches en las esquinas. Hubo seis versiones de ese mismo modelo en diferentes años y Levi Strauss idearía otras opciones que se circunscribirían a la época en la que se enmarcaba esta pieza.
En los años cuarenta las chaquetas de jean femeninas fueron hechas con botones de presión de escudo de piedra y en los cincuenta se reinventaría el modelo 506XX, esta vez con un segundo bolsillo en el pecho, remachado con tachuelas. En los años sesenta nació para la historia la 557XX, más conocida como Trucker Jacket, un clásico que tomó forma al incluir por primera vez solapas de bolsillos puntiagudos a ambos lados del pecho y dejar de lado las siluetas cuadradas para demarcar la figura justo debajo de la cintura. De ahí en adelante, roqueros, hippies, activistas, estrellas de televisión como los
cowboys o de cine como Marilyn Monroe y James Dean, incluirían la chaqueta de jean en su armario para hacer énfasis en su imagen a través del discurso de la apariencia. Se vivía la era de la rebeldía.
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Ralph Lauren, Calvin Klein y Gloria Vanderbilt fueron los pioneros en aventurarse a reinventar esta prenda de origen humilde para catapultarla a las cumbres de lo cool. En 1981, cuando Levi’s estaba haciendo una campaña publicitaria para relanzar sus jeans, la actriz y modelo estadounidense Brooke Shields protagonizaba uno de los comerciales más controversiales de Calvin Klein, en el que decía: “¿Quieres saber lo que se interpone entre mis Calvin y yo?… Nada”. Aunque la chaqueta dénim nunca se ha ido del todo y ha estado ligada a la popularidad de los jeans, hoy por hoy su fuerza es plenamente individual, puesto que le agrega juventud a un look fuertemente adulto. Una sobreviviente atemporal que se adueña del guardarropa.