Algunos consejos para el cuidado de los pies, los encargados de llevarnos de un lugar a otro, pero, extrañamente, la parte del cuerpo en la que menos pensamos.
• Mantén lo pies suaves aplicándote cremas una o dos veces al día.
• La exfoliación elimina las callosidades y deja la piel suave. Utiliza cremas exfoliantes, una lima para pies o piedra pómez todos los días después del baño o mínimo una vez por semana.
• Usa una base antes de ponerte el esmalte, esto es muy importante, pues previene que las uñas se manchen.
• Los callos se deben a problemas de postura, zapatos apretados o a que hay un desbalance de los pies frente al peso del cuerpo. Usa zapatos cómodos o ayuda a disminuir la presión mediante el uso de parches o plantillas.
• Las limas para pies y las piedras pómez son excelentes para callos superficiales y pequeños, y para prevenir la formación de los grandes. La forma más efectiva de usarlos es crear una rutina, ya sea después del baño o antes de acostarte, y luego utilizar una crema o aceite hidratante.
Humecta y relaja los pies
• Una clara de huevo, ½ taza de avena, 3 cucharadas de limón y 3 cucharadas de leche. Mezcla todo, aplícate esta mascarilla sobre los pies, envuélvelos en una toalla caliente y deja que actúe durante 15 minutos. Enjuagar.
• Mezcla un aguacate muy maduro con medio yogur natural, ponte esta mezcla en los pies, luego introduce cada uno en una bolsa plástica durante 20 minutos, esto activará el calor. Enjuaga e hidrátate.
Hidrata los talones agrietados
• Tritura un banano maduro, espárcelo sobre tus talones y déjalo actuar durante 15 minutos.
• Exprime un limón y humedece con éste un paño; esto ayuda a hidratar, cicatrizar y desinfectar los talones agrietados.
Adiós a las uñas manchadas
Si tienes las uñas manchadas, utiliza un algodón con limón y aceite durante una semana hasta que éstas recuperen su color natural.
Unos pies hidratados y bien cuidados reflejan en buena medida nuestra personalidad, por eso, hazte un pedicure una vez al mes.