Es uno de los mejores fotógrafos del país. Sus imágenes de la naturaleza son el complemento perfecto a sus tareas de educador, ecologista y periodista.
or algo se le atribuye a Andrés Hurtado el haber escrito el mejor libro de viajes del mundo. Las impresionantes fotografías de Colombia secreta, del que ya se han publicado 30 mil ejemplares y va por su tercera edición, han viajado, como él, a muchos países del mundo (conoce alrededor de doscientos), y llegaron a manos del Papa Benedicto XVI como regalo del presidente Álvaro Uribe Vélez.
Se declara 101 por ciento pesimista con respecto a la preservación de la naturaleza colombiana: “Soy realmente pesimista; esta devastación no la detiene nadie, mientras haya gente con hambre habrá destrucción de la naturaleza. Ya el mundo desistió de la lucha contra el narcotráfico y éste es, igualmente, una de las mayores fuentes de deterioro de la naturaleza, por los procedimientos de cultivo de la coca y los desastrosos métodos usados para erradicarla, como el glifosato. Es obvio que no existe una política gubernamental con respecto al medio ambiente. Me río de esa entelequia de que ‘cada colombiano debe poner su granito de arena en la conservación del medio ambiente’, y mientras tanto se piensa en construir la carretera al Darién, se autoriza la explotación de minas que sólo traen devastación, en fin, cada vez que uno escribe sobre el problema ecológico la gente piensa que es por criticar al Gobierno, como si el problema ecológico no mereciera un análisis en sí mismo”.
Hurtado se la pasa viajando. Los gobiernos y entidades ecologistas de otros países reclaman su presencia en foros en los que se discute la causa ecologista. Su opinión, válida como la que más, lo salva de sucumbir a su propio pesimismo que, por allá en algún sitio recóndito, todavía lo lleva a ‘hurtarle’ a la naturaleza un atisbo de esperanza: “El agua es el futuro de la humanidad y los países ricos padecerán hambre por falta de ella. Nosotros tenemos todavía grandes fuentes de agua, que nos hacen pensar en que no todo está perdido”.