Fucsia habló en exclusiva con la actriz por su interpretación en esta serie.
Amistades peligrosas es un audaz preludio de la clásica novela del siglo XVIII de Laclos, que se estrenó en Lionsgate+ y que se centra en la historia de la marquesa de Merteuil y el vizconde de Valmont, y cómo estos icónicos personajes se conocieron siendo tan solo unos jóvenes amantes apasionados en París en vísperas de la revolución.
Esta versión moderna de la clásica historia lo transporta a través del asombro y el terror, la belleza y la degradación, la seducción y el engaño al París prerrevolucionario. Impulsados por el deseo de corregir los errores de su pasado, la supervivencia de la joven pareja depende de sus habilidades de seducción y manipulación, no solo de la nobleza francesa, sino de ellos mismos.
Y en medio de este universo más extendido está la poderosa y muy vana (en apariencia) aristócrata Florence de Regnier, interpretada por la actriz británica Paloma Faith, quien habló con Fucsia sobre esta historia del siglo XVIII.
Fucsia: Háblanos un poco de este personaje
Paloma Faith: Ella no es muy buena, es como la versión moderna de un influencer de las redes sociales, por ejemplo, como de la red social TikTok. Es muy superficial, tanto así que podría decir que ella está obsesionada consigo misma. Ella es peligrosa, también en el sentido de que ejerce influencia sobre otras personas y sus opiniones. Si a mí me preguntan en la vida real, no quisiera ser amiga de una persona así.
F.: ¿Cuál es la esencia de esta historia?
P. F.: Para comenzar, puedo decir que es fascinante que en la historia hubieran tantas mujeres detrás, la escritora, directoras, entre otras. Además disfruté la idea de ver esos momentos históricos reimaginados desde la perspectiva de mujeres y eso justamente le añade matices a la historia en sí y a los personajes.
F.: ¿Cómo se refleja el pensamiento femenino en el contexto de la historia?
P. F.: Hacer esta historia en estos tiempos fue algo extraño, porque en esa época para nadie es un secreto que la sociedad quería a las mujeres calladas y sumisas. También invisibles, para hacer que los hombres se mostraran con poder.
Acá, particularmente, los personajes de esta serie son muy complejos, porque navegan en el mar de la apariencia, de parecer perfectas, pero al mismo tiempo tratan de alcanzar un lugar donde tengan poder.
F.: ¿Cuál fue el mayor desafío al que tuvo que enfrentarse?
P. F.: Lo disfruté, incluso puedo decir que me pareció gracioso. A ella le gustan mucho los chismes, además, como dicen por ahí, nada es lo que parece y este personaje lo muestra a la perfección. Y con las actrices que hacen de mis amigas, me encantaron las escenas con ellas. También adoré el vestuario, su mundo que es muy bello.
F.: ¿Se sintió cómoda con el vestuario que utilizó?
P. F.: Me fascinó, a mi me tomaba mucho tiempo arreglarme para salir a escena, es un poco gracioso porque había tenido a mi bebé cuatro meses antes, entonces, estaba con la lactancia y, al mismo tiempo, tenía ese corsé.
Pasaba de la vida moderna al hacerme las uñas y luego pasaba tres horas, cada día, ataviándome. De todas maneras, el trabajo de vestuario estuvo genial, porque nos contó la verdad que hay, tácita, sobre cada personaje.