La escritora se lanza al mundo de ‘las tablas’ para tocar temas relevantes, pero que siguen siendo un tabú dentro de la sociedad. Un montaje para hacer catarsis y reflexionar.
Amalia Andrade se ha convertido en un referente de la literatura en Colombia, gracias a sinceras publicaciones como Uno siempre cambia al amor de su vida (por otro amor o por otra vida) y Cosas que piensas cuando te muerdes las uñas. La escritora siempre ha tenido claro que a través del humor se puede hablar sobre temas relevantes y llegar a grandes reflexiones.
Ahora, se aleja un poco de las letras y se acerca a ‘las tablas’ para darle vida al monólogo Todas las cosas maravillosas, en el cual se adentra en el mundo de la salud mental, hablando desde la empatía, la calidez y, de nuevo, el humor.
“Este 2023 comienza con un reto enorme, que es esta obra. Ustedes saben muy bien que yo amo a Beyoncé y hay una frase de ella que, particularmente, me encanta. A ella le preguntan a qué sabe el éxito y responde que da miedo porque solamente cuando uno siente pánico a hacer proyectos grandes, se puede medir cuán exitoso es. Y yo estoy muy emocionada y nerviosa”, le contó la artista a Fucsia.
Todas las cosas maravillosas es la primera adaptación para Latinoamérica del aclamado monólogo Every Brilliant Thing y, en este, una niña que más tarde se convierte en mujer, abre su corazón al público para hablar de la depresión, el suicidio y lo que pasa por la mente de los seres humanos en sus momentos más oscuros, pero también en los más claros.
“Esta es una obra increíble y, cuando yo la vi, me conmovió muchísimo, en especial por los puntos en común que encontré con mi trabajo. Es un montaje que tiene en el centro la depresión y habla con muchísima franqueza, humor y candidez acerca de un tema tan difícil para la sociedad, y justamente en eso nos parecemos, porque siempre he querido hablar así en mis libros. Tenemos un lenguaje en común muy bonito y que quise explorar esta vez en el teatro”.
Todas las cosas maravillosas empezó a presentarse al público hace unas semanas, pero debido a su gran éxito ha empezado a extender sus funciones poco a poco. Un hecho que hace feliz a Amalia, y no por los comentarios positivos y los sold out, sino porque hablar de salud mental en Colombia se hace cada vez más importante, además de que las personas pueden hacer catarsis y abrir sus corazones en medio de la función.
“Es muy triste que nosotros como sociedad tengamos tantos reparos respecto a la salud mental, que haya todavía tanta desinformación, que haya tanto estigma alrededor de esto. Sin duda, estos son temas de los cuales hay que hablar una y otra vez. Y en esta obra, en especial, se abordan de una manera muy sensible, y si me lo preguntan, brillante”.
Y agregó que: “Yo creo que todos sabemos que el arte es un vehículo de transformación absoluta y que nada le cala a uno más en el alma que el arte en todas sus expresiones. Por eso, para mí, era tan importante salirme de los libros y poder explorar otras maneras de hablar de esto, porque creo que es necesario impactar desde diferentes frentes”.
Muchos fanáticos de la escritora desconocían que su sueño de niña era ser actriz. Por eso, hacer este monólogo se convierte en un logro más que personal.
“El otro día me contaban una historia que no recordaba y es que yo dibujaba óscares en el colegio y se los daba a mis amiguitos para que después ellos me los dieran a mí, y yo jugaba a que daba el discurso de aceptación. Yo soñaba con ser actriz, no se dio, pero qué bonito que ahora esté sucediendo. Siento que es una buena manera de honrar a esa niña”.
Además, para Amalia la literatura y la actuación están más que conectadas, así que se siente como en casa: “Tienen mucho en común porque, como bien lo dijo Joan Didion, escribir es crear un universo y hacer que ese universo sea completamente real y palpable, y que otra gente se sumerja allí y que sienta en su mundo. Actuar es igual”.