La gerente de Segmentos de Colombia Arcos Dorados habla sobre la inclusión como herramienta para visibilizar las capacidades de las mujeres en las empresas.
Sandra es una ejecutiva que lleva alrededor de 27 años trabajando en Arcos Dorados, el mayor franquiciado independiente de McDonald’s, en donde ha logrado destacarse por su liderazgo y empoderamiento, poniendo muy en alto el papel que las mujeres desempeñan en la actualidad en el mundo empresarial.
“Al comienzo a uno le cuesta mucho entender el negocio y el rol en el que está. Yo inicié como en una posición de gerente, pero era gerente de uniforme y pasé por todas las estaciones que tiene la cocina: hice atención al cliente, hice lobby, hice de todo en mi trabajo. Entonces todo ese trabajo que tuve en ese momento más todas las oportunidades que me ofreció Arcos para crecer personal y profesionalmente me ayudaron a construir el rol en el que estoy en este momento”.
Pero desarrollar su rol como ejecutiva y hacer carrera a nivel empresarial no ha sido motivo para dejar de lado otros aspectos de su vida como el de ser madre, hermana y esposa, aspectos que para ella tienen la misma importancia que el de ser una excelente profesional.
“Tengo mi entorno laboral que es muy importante y que quiero mucho, que me enorgullece realmente estar en él. En ese entono mi rol es de ser compañera de trabajo, de ser coequipera. También tengo las personas que me colaboran a mi alrededor, tengo mis partners, mis jefes y bueno ahí tengo un rol que me invita siempre a crecer”.
Vive convencida de que todo se puede lograr y de que las mujeres deben creer que son capaces de hacer cualquier cosa que se propongan, dejando de lado los miedos; pero para lograrlo es necesario que “nos apoyemos entre todas” y que desde la propia experiencia se demuestre que es posible desempeñar varios roles y que se puede cumplir con todos ellos.
“Tenemos que creer que las personas pueden, que están preparadas, que pueden asumir retos diferentes. Pero también hay que aprovechar las oportunidades. Uno la piensa ¿será que puedo?, ¿no puedo?, ¿me queda grande?, ¿lo logro?, y a veces no nos lanzamos de una a acoger ese reto que se nos presenta en la vida. Creo que esto es algo que le he tratado de transmitir a las personas que trabajan conmigo”.
Desde el punto de vista de Sandra Bejarano, Arcos Dorados ha tenido una transformación a lo largo de los años con respecto a liderar siendo mujer. Para ella, este camino se ha logrado gracias al apoyo de muchas de las personas con las que ha trabajado, quienes la han enriquecido a nivel profesional para alcanzar las metas a las que ha llegado dentro de la organización.
“Yo recuerdo que cuando yo inicié en la compañía los cargos no estaban tan repartidos como en este momento, seguramente, los cargos directivos y de hecho los jefes que yo tuve eran más masculinos que femeninos, pero esto ha ido cambiando y ha habido una transformación (...) no ha sido fácil, pero parte de ese camino se recorre teniendo seguridad, haciendo honestamente el trabajo, creo que eso marca la diferencia y en ese rol nos desempeñamos mucho mejor ahora”.
Esta gerente reconoce que Arcos Dorados como empresa se ha transformado mucho en pro de la inclusión, en posicionar a la mujer en cargos que le van a permitir visibilizarse y mostrarse.
“La transformación que ha tenido en los últimos años también es bastante buena en el rol de la mujer en la compañía, porque en este momento el 52 % de las personas que tienen cargos directivos en la compañía son mujeres. Ha sido algo en lo que Arcos Dorados ha trabajado muchísimo”.
Sandra es una persona que guarda un sentimiento especial por aquellas mujeres que han hecho parte de ese círculo de mujeres que han contribuido a formar esa profesional de hoy, ese ser humano cuya sensibilidad está a flor de piel.
“Tengo varias mujeres cercanas, empiezo por mis dos hermanas que son menores, yo soy la hermana mayor, pero de ellas he tenido mucho aprendizaje, de tenacidad, de cómo superan obstáculos, entonces ellas para mí digamos que están en mi círculo muy cercano; obviamente mi hija que está todo el tiempo conmigo, yo aprendo mucho con ella, es parte de mi red”.
De igual manera, hace referencia a aquellas mujeres que durante las diferentes etapas de la vida han estado con ella y a las que les reconoce sus habilidades y esa capacidad para querer destacarse en sus trabajos.
“Las mujeres que están al lado mío están amigas de toda la vida, tengo amigas desde el colegio, de la primaria que tienen también sus roles, son empoderadas, trabajan en compañías también importantes. Otras han tomado otros retos, han tratado de hacer cosas independientes y las admiro por todo esto(...)También tengo compañeros de trabajo maravillosos, personas con las que he crecido en la compañía y con las que yo sé que puedo contar para lo que sea”.
Por otra parte, ha habido mujeres ejemplares que le han servido de inspiración. Entre ellas se encuentra Michelle Obama, una persona que en el concepto de Sandra, tiene “una puesta en escena muy cercana con la gente, como se expresa, como habla, como ha llevado su vida con su familia. Ha sido una persona muy inteligente y ha aprovechado también todas las oportunidades que la vida le ha puesto para poderse educar, para poder transmitir y para poder hacer”.
Finalmente, para Sandra Bejarano no es necesario que las mujeres hagan cosas extraordinarias para ser visibles dentro de las empresas, pues todas las personas que hacen parte de una empresa tienen que tener en cuenta que hacen parte de esa inclusión y de esa visibilización para que la mujer sea valorada dentro del ámbito laboral.
“Todas estamos facultadas para cumplir nuestros sueños, tenemos con qué, tenemos la manera de conseguirlo, tenemos una voz, tenemos sueños, tenemos muchos roles, pero algo muy importante para poder cumplir todo lo que nos propongamos es que tengamos redes de apoyo siempre, para poder enfocarnos en lo que queremos (...) cuando no percibimos que tenemos redes cercanas de apoyo, a veces se nos convierte el camino mucho más difícil”.