Una de las películas que jamás pasará de moda es esta cinta protagonizada por Macaulay Culkin.
“Home Alone” (conocida como “Mi pobre angelito” en Latinoamérica) es una película icónica de la temporada navideña que ha dejado una marca perdurable en la cultura popular. La historia gira en torno a Kevin McCallister, interpretado por Macaulay Culkin, que queda accidentalmente solo en casa durante las festividades navideñas cuando su familia se va de vacaciones a Francia y se olvidan de él.
La película se convierte en una serie de situaciones cómicas y aventuras mientras Kevin intenta proteger su casa de un par de ladrones ineptos, interpretados por Joe Pesci y Daniel Stern, utilizando ingeniosas trampas caseras. La combinación de la temporada navideña, el humor, las travesuras de Kevin y las interacciones con los ladrones convierte a “Home Alone” en un clásico atemporal que ha sido disfrutado por audiencias de todas las edades desde su estreno en 1990.
La película ha sido amada por varias generaciones y se ha convertido en un elemento básico para muchas familias durante las vacaciones navideñas, transmitiendo un mensaje sobre la importancia de la familia, el ingenio y la bondad en un contexto divertido y entretenido.
Pero hay una escena que logró quedarse en la memoria colectiva, por su diálogo, y fue en un hotel en el que Kevin llega para esconderse de los ladrones y su llegada con luna tarjeta de crédito levanta las suspicacias de los empleados del hotel que deciden espiarlo con el fin de verificar si está mintiendo.
Para ello, Kevin McCallister anticipa su astucia al burlar la inspección con la ayuda de un extracto de diálogo de una película ficticia llamada ‘Angels with Filthy Souls’. Esta película ficticia se reproduce para desviar y aterrorizar a los empleados del hotel, quienes, al final, huyen aterrorizados, creyendo que tienen un huésped peligroso, lo que desencadena las alarmas del lugar.
La impactante frase, “Tal vez sea un demente, pero te creo. Por eso voy a dejarte ir y para antes de que cuente tres, quiero que quites tu horrenda, coqueta, mentirosa y traicionera cara de mi vista. (Suenan risas y disparos) Tres, feliz Navidad, inmundo animal... Y feliz Año Nuevo”, es la parte del diálogo que causa el caos entre los empleados mientras el joven Kevin logra escapar.
Durante mucho tiempo, se creyó que la película que Kevin veía era genuina, pero en realidad, era una creación ficticia de gánsteres diseñada específicamente para encajar en la comedia familiar dirigida por John Hughes y Chris Columbus, especialmente en esa escena.
Esta parte de la película que el niño usa para escapar del hotel relata una historia ficticia sobre un actor llamado Michael Guido que visita a un hombre mayor en un edificio abandonado en Winnetka, a 20 millas al norte de Chicago, donde se ve envuelto en una situación de disparos mientras intenta pedir dinero.
El director de arte de la película, Dan Webster, comentó en una entrevista para Vanity Fair: “Creo que el título se decidió solo porque necesitábamos crear una etiqueta para la cinta que Kevin pone en el reproductor de VHS”.
El director de fotografía, Julio Maca, persuadió a Chris Columbus para filmar toda la secuencia utilizando técnicas que evocan el estilo clásico de las películas en blanco y negro de los años cuarenta. John Muto, el diseñador de producción de la película, agregó: “Fue un cruce entre el cine negro y los elementos verdaderamente inquietantes que se veían en la televisión antigua, como ‘Playhouse 90′ o ‘One Step Beyond’”.