Fucsia tuvo acceso exclusivo al lugar donde comienza todo: ese espacio secreto que esconde trajes, zapatos, maquillaje, pelucas y más. Esto fue lo que descubrimos y nos contaron.
El Cirque du Soleil, conocido también por muchos como el Circo del Sol, regresó a Colombia con un show en el que cuentan parte de su historia: Bazzar y que estará en temporada hasta mayo. Los espectadores se encuentran con un relato mágico y gracioso, pero también lleno de adrenalina y acrobacias que ponen el corazón a mil.
En escena hay más de 30 artistas, quienes son capaces de hipnotizar y enamorar con su talento. Sin embargo, el Circo del Sol es mucho más que eso y detrás de escena se encuentra un equipo experto en cualquier rama, siempre pendiente y alerta.
Música, bailes, coreografías, maquillajes, peinados. Un sinfín de aspectos hacen que Bazzar se mantenga a la altura de los otros espectáculos de la compañía circense y, por supuesto, el vestuario no se puede quedar atrás.
Luana Ouverney es la jefe de vestuario de Bazzar, y Fucsia tuvo el placer de hablar con ella horas antes de que comenzara la función debut en Bogotá. Estaba emocionada y llenita de trabajo, pero nos recibió calurosamente y con una sonrisa de oreja a oreja.
Luana es un ejemplo de que se puede crecer en el Cirque, y es que comenzó limpiando el vestuario en su natal Brasil y tiempo después fue convocada para salir de gira. Después, se convirtió en asistente de vestuario y, finalmente, llegó a ser la jefa.
Por eso, ser parte de la creación del vestuario de este espectáculo se transformó en algo personal, pues la historia del Circo del Sol también es la suya.
“Me encantó pensar en los inicios del Circo con artistas de la calle y cómo eso tomó forma a través del vestuario. Por eso nos encontramos con trajes muy coloridos y divertidos. Hay mucha historia en cada prenda”, cuenta esta diseñadora.
Y es que, sin duda, hay toda clase de tonos y composiciones dentro del vestuario. “Tenemos muchos amarillos, dorado con negro, dorado con blanco. Hay combinaciones como naranja con amarillo y con azul que yo pensé en un comienzo que no quedarían bien, pero finalmente me sorprendieron. Son colores muy fuertes y muy contemporáneos. En otra clase de espectáculos es normal ver un catálogo de tonos más sobrios, pero Bazzar es más diverso”.
Pero el objetivo del Circo del Sol no solamente es entretener, sino también cuidar el medioambiente. Por eso, con este montaje apostó por la sustentabilidad y la sostenibilidad.
Hablando del vestuario, trabajaron con materiales duraderos. ”Tenemos la poliamida con impresiones digitales. También tenemos neopreno y mucha licra porque el vestuario tiene que ser como la segunda piel de los artistas, ellos tienen que hacer sus actos y no pensar en nada”.
Llevar del sueño a la realidad un traje no es una tarea sencilla y Luana lo tiene claro. Por eso, no lo pensó dos veces cuando le preguntamos por el vestuario más complicado de realizar: “Hablando de la costura fue el de las chicas que practican acrosport, es decir, que hacen acrobacias juntas. Estos trajes tienen una combinación de diferentes telas, que aunque no parece, es muy difícil de unir”.
Por supuesto, también nos habló de su vestuario consentido: “Me encanta el de los patinadores por los colores, la combinación y que les quedó perfecto en su cuerpo”.
Para esta creadora, cada parte del proceso es maravillosa, pero sin duda, el momento de ver todo hecho realidad es uno de sus favoritos:
“Es como un sueño que se hace realidad. Y es que cuando se piensa en el vestuario, lo primero que se nos viene a la cabeza es el personaje y sus características, pero no conocemos al artista, a la persona de carne y hueso que lo vestirá. Entonces, cuando ya lo tienen puesto y les queda perfecto, es como si ese personaje escapara de la mente y saltara al escenario”.