Su entusiasmo por conocer nuevos horizontes lo llevó a probar suerte en Estados Unidos.
Telemundo Internacional anunció el final de la tercera temporada de “Top Chef Vip” el reality de competencia gastronómico más importante de la región.
En esta tercera temporada, 20 famosos pusieron a prueba sus habilidades culinarias y se enfrentaron a los retos gastronómicos más exigentes, desde los más divertidos a los más emotivos, para demostrar su talento y que tenían lo necesario para ganar el título de Top Chef. y
Hablamos con Antonio, quien nació en Mexicali, Baja California, su entusiasmo por conocer nuevos horizontes lo llevó a probar suerte en Estados Unidos. Tras diferentes oportunidades laborales, ganó experiencia suficiente para dominar la cocina china, americana e italiana, convirtiéndose en un cocinero aclamado en varios restaurantes de California y Boston, esto fue lo que nos contó de su participación en el programa.
Desde tu posición como jurado de “Top Chef VIP”, ¿qué consideras más importante en un plato para que los concursantes puedan avanzar?
Que esté rico, punto. ¡Por el amor de Dios, qué tan difícil es entender eso, hija! Fíjate, ya me estoy metiendo en confianza contigo, casi diciendo que les cuesta ponerle sal, hombre, ¡que esté rico! Mira, te voy a decir muy francamente, en “Top Chef VIP” el reto es muy claro cuando lo mencionamos. Si el reto es hacer un omelette con espinacas, lo primero es que se cumpla el reto. Segundo, que esté bien rico.
Te lo pongo de manera vaga, pero al final del día, eso es. Hay muchas cosas que dependen del reto. A veces hay retos en los que los platos no están tan ricos, pero cumplen mejor que otros participantes. Siempre estamos juzgando platillos y no personas.
En “Top Chef VIP” es fundamental ese término, querida familia. Estamos juzgando platillos y no personas. Amamos a nuestras celebridades, nos encanta tener a tantas de la talla que son cocinando, viendo un lado tan emotivo de cada uno de ellos. Lo mínimo que podemos hacer es ser justos.
Y hablando un poco más sobre las celebridades, hay gastronomía de todos los países de la región. Entonces, ¿cuáles desafíos encontraste al tener que juzgar platillos que vienen con la tradición de cada una de estas personas?
Es una gran pregunta. Más que otra cosa, ha habido mucha emoción de aprender, porque hay muchos platillos de Venezuela, de Colombia, de Costa Rica que nunca había probado. A pesar de mi trayectoria, no quiero decir cuántos años llevo en esto, porque luego revelo mi juventud y se va todo al traste. Pero, hay muchos platillos a nivel internacional que uno tiene que conocer.
Creo que sé bastante, pero de repente, especialmente en esta tercera temporada, he aprendido tantas cosas. ¿Cómo afronto o califico platillos de los que no tengo referencia? Tienes que ponerte muy técnico: nivel de sal, perfil de acidez, si está cocinado apropiadamente. Mi gusto personal no tiene lugar en la mesa del jurado. El gusto personal es el peor enemigo cuando eres juez, porque no se trata de si te gusta a ti, sino de si el reto se cumple, si está bien hecho, si está delicioso.
Ya tengo rato haciendo esto, así que he ejercitado esos músculos gustativos. Puedo decir si algo no está correcto sin conocer el plato. Creo que eso contesta tu pregunta más o menos, ¿no?
¿Y qué platos nuevos descubriste? Mencionaste que habías encontrado cosas que no conocías. ¿Qué platos nuevos descubriste?
Mira, hay muchos, pero te voy a mencionar uno puntualmente: la reina pepiada de Venezuela. Se me hizo algo tan rico. Y ya que estamos en confianza, te confieso algo: soy fan de la reina pepiada, del sancocho dominicano, y hay un plato de la cocina yucateca de mi país que no conocía.
No te voy a decir cuál, pero lo han visto. Esos tres platos me dejaron sorprendido. Me quedé pensando, ¿qué pasó aquí? ¿Dónde estaban toda mi vida? ¡Condenado sancocho! Así me pasó varias veces. Esta temporada ha sido espectacular, como las otras, pero lo que estamos viviendo ahora es algo muy especial.
Desde tu posición como jurado, ¿cómo logras equilibrar la crítica con la motivación? Creo que es primordial, porque cuando juzgas algo en lo que una persona ha puesto alma, vida y corazón, y le dices que está horrible, crudo o salado, puedes desmotivarla. ¿Cómo haces para equilibrar eso?
Mira, no puedes ser hipócrita. No puedes estar sobando la cabecita y diciendo mentiras solo para no ofender. Hay una razón por la cual uno está sentado en esa mesa, y hay una experiencia detrás de todo eso. Así como me ha tocado motivar a tantos cocineros y cocineras a lo largo de mi carrera, también uno escoge las palabras de la manera más sensata y clara posible.
Pero hay veces que la gente tiene su propia manera de procesar lo que les dices. Aunque manejes tus palabras para decir que un platillo no está correcto, cada persona tiene su manera de procesar la crítica, al igual que los elogios. Lo que uno hace para equilibrar la crítica con la motivación es ser franco y justo. No existe una regla, no hay un libro que te diga cómo hablarle a cada persona para llevarte bien con todos. La manera de equilibrar la motivación con la crítica es siendo muy franco, claro y justo. ¿Me entiendes?
Solo quisiera que en unas pocas palabras me dijeras qué te ha dejado Colombia en este “Top Chef VIP”. Tenemos a la host Carmen Villalobos, hemos tenido participantes colombianos en el show. ¿Qué te ha dejado Colombia? ¿Han estado ustedes aquí también?
Sí, muy fácil. Mi segunda casa, así de simple. Colombia es mi segunda casa.