La activista habló con Fucsia sobre su vida en el modelaje, la discriminación racial y los problemas que enfrentan las mujeres en Colombia.
Defender, abogar, proyectar y representar a las mujeres, son los ideales de Belky Arizala, una de las modelos con mayor trayectoria en la industria de la moda colombiana. Belky llegó a ser una top model reconocida por “designio divino” pues su deseo era ser reina de belleza, pero se enfrentó con un obstáculo:
“Siempre supe que mi nombre iba a dejar huella porque en mi casa me enseñaron a servir. Comencé porque en una ocasión escuché una cuña radial donde estaban buscando candidatas a un concurso de belleza y yo siempre soñé con ser Señorita Colombia. Me presenté al concurso local en mi ciudad natal, en Cúcuta, quedé de virreina y ahí en el público estaba un preparador de modelos que me dijo: ‘Olvídese que va a ser reina, las negras no ganan concursos de belleza, usted va a ser una gran modelo’”.
Belky Yolima Arizala Segura sabría en poco tiempo lo que estas palabras tenían de presagio, pero a sus 45 años, luego de ser portada de importantes revistas, representante de marcas, jurado de concursos de belleza, maestra de modelaje y hasta empresaria, lo cierto es que Belky ha hecho aún más por dejar una huella en el mundo.
“Los momentos más gratos de mi carrera son todos los días de mi vida. Me despierto con un sentimiento de gratitud, bondad, pasión por lo que sé hacer. Me considero una maestra en estas artes de la formación, cómo posar, cómo hablar a cámara, cómo tener gracia, pero eso no lo es todo. Para ser modelo se necesita más que tener una cara bonita, debes ser persona”.
Como modelo, no cabe duda del reconocimiento que Belky Arizala ha logrado a nivel nacional e internacional y, de hecho, la cucuteña asegura que los días más felices de su vida están relacionados con su profesión, aunque también se haya encontrado con algunos obstáculos.
En el marco del mes de la mujer, Belky habló con Fucsia sobre lo que existe detrás del modelaje, los problemas que ha enfrentado como mujer y cómo los ha superado con sus creencias:
En todas las carreras hay momentos donde uno dice: ‘En qué me metí, esto qué es’. Un momento que no me gustó y que me puso a prueba fue cuando me ofrecieron ser prepago. La oferta era que me pagaban 30 millones de pesos para salir a cenar con un señor. Eso es prostitución, así lo quieran adornar. Luego me ofrecieron 100 millones de pesos, creo que mi perfil iba subiendo y se iba cotizando... Cuando tienes unas bases, tú no las negocias. En la vida hay oportunidades para decir sí o no con contundencia, y cuando te ofrezcan algo tan ‘bueno’ y tan rápido piénsalo bien porque de eso tan bueno no dan tanto
Sin embargo, su faceta como líder, activista y empresaria ha permitido que en la actualidad se desempeñe como vocera de la ONU y sea embajadora de buena voluntad en la Unicef y ante la Unión Europea para dejar un importante legado en el mundo. Para Belky la sociedad debe volver a los valores de ‘antes’ y no perder el respeto por la vida, por la niñez y por la mujer:
“Puedo aportar desde mi área de conocimiento e influencia a la construcción de paz, una paz que no se fima, que se construye. Por eso es que todos los días me levanto pensando qué puedo aportar ante las situaciones que observamos con los jóvenes, con los niños, con las mujeres, con la sociedad en general. ¿Qué estás haciendo tú para transformar aquello que no te gusta?, ¿te quedas en la queja o avanzas? Yo paso de la queja a la propuesta”.
Es así como Arizala creó la fundación ‘El alma no tiene color’, la cual ganó el premio al valor social CEPSA en el 2016 y desde allí, además de una organización empresarial y familiar que lidera, la modelo ha instaurado varios proyectos que no solo van a favor de la lucha de la mujeres por la igualdad, sino también desde un enfoque educativo para eliminar la discriminación racial en Colombia.
“Siempre va a haber discriminación si en las aulas de clase no se habla de una cátedra étnica, si no tenemos en la mente una claridad étnica reconocida. Si solamente unos manipulan la mente de los ciudadanos, pues vamos a estar siempre en ese enfoque de discriminación porque nos creemos superiores. La humanidad es diversa, la naturaleza es diversa, estamos en un universo diverso”.
La modelo, a su vez, critica las políticas públicas que se han implementado en Colombia y no responsabiliza únicamente a los mandatarios, sino que invita a una unión de la sociedad colombiana y en especial a las mujeres para combatir el racismo en el territorio nacional:
“Todos somos de la cuna de la humanidad, todos somos africanos. En una ocasión una periodista me dijo que estaba loca, que cómo se me ocurría pensar que ella era africana si su tez era blanca. Yo le dije: ‘Es ahí el problema porque te consideras superior, desde África venimos todos. Que si tu tez es más blanca que la mía no significa que la sangre que tenemos no sea igual. Esto no es colocar de moda la palabra inclusión porque viene siendo una política pública que genera unos ingresos. No, es un estilo de vida”.
Belky, como modelo y experta en la industria de la moda nacional, lanzó el proyecto Africa Fashion Week que está lejos de ser solo un desfile:
“Los diseñadores presentan colecciones de alta costura, hay foros, pasarelas... Pero hay un trasfondo ahí, hay que contar sobre la libertad, sobre ese paso que dimos para decir nos merecemos un espacio digno en la humanidad. Es el evento que promueve nuestra diversidad y valora la diferencia que nos integra”.
“Invito a las mujeres a que nos unamos, eso de que las mujeres entre nosotros somos egoístas, envidiosas, yo no lo considero así. Hablemos en un solo idioma, en una sola bandera que es la bandera de la paz una bandera que no tiene color, pues porque para nosotros el alma no tiene color”