La cantante, compositora y hasta antropóloga mexicana, habló con Fucsia sobre los conciertos que estará dando en Colombia, pero también, de las mujeres artistas y cómo ve a las nuevas generaciones de músicos.
Sin duda alguna, Lila Downs es sinónimo de música, feminidad, pero sobre todo, de raíces. Esta mexicana siempre ha tenido claro de dónde viene y qué quiere mostrarle al mundo a través de sus canciones, pero también, de su trabajo como activista.
Este año, Lila se encuentra en su gira mundial Dos Corazones y, por supuesto, una de sus paradas obligadas es Colombia. La cantautora se presentará el 16 de mayo en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá y el 18 de mayo en el Teatro Metropolitano José Gutiérrez Gómez de Medellín.
Fucsia habló con la artista acerca de estas presentaciones, pero también, de su manera de ver la identidad, las nuevas generaciones de músicos y hasta de la representación femenina en la industria musical.
Fucsia: ¿Qué nos hace a nosotros como colombianos y mexicanos un poco hermanos?
Lila Downs: Tenemos mucho en común, empezando por la manera de hablar. Nos dirigimos entre nosotros con mucho respeto y delicadeza, y todo lo mencionamos en diminutivo: “espérame un ratito”, “aguántame por favorcito”.
F.: ¿Qué veremos en los shows que tienes preparados para Colombia y cómo se relacionarán con esa identidad musical tan tuya?
L. D.: Por una parte, la pasión por la ranchera. Yo desde que soy chiquita canto canciones con el mariachi y sé que en Colombia hasta tienen su canal del género. Por otro lado, los asistentes se encontrarán con aquellas canciones de hoy y de siempre, y que no solo representan mi identidad, sino también la de muchos como latinos. Finalmente, como muchos de ustedes sabrán, he compartido temas con otros artistas colombianos y espero poder cantarlas con el público.
F.: Las fronteras se están rompiendo hablando de música. De hecho, hace poco se volvió viral un tema del Grupo Frontera con Bad Bunny, dejando claro que cualquier sonoridad se puede mezclar. ¿Qué piensas acerca de eso?
L.D.: No te imaginas lo mucho que me emociona que la música tradicional sea tan popular entre la gente joven. Antes, en mi época, me decían que por qué cantaba canciones de abuelitas, pero yo igual seguía enamorada de esos sonidos. Pero en la actualidad nadie tiene que esconderse, nadie tiene que ocultar sus pasiones, porque, al final, lo importante es que te guste a ti.
Además, también me encanta cómo las nuevas generaciones de artistas no temen explorar y mezclar diferentes formatos, instrumentos y géneros. Por ejemplo, Natanael Cano, quien es parte de este movimiento del corrido tumbado, une diferentes elementos del blues con la ranchera y el corrido, y le queda genial.
F.: ¿Qué opinas de la industria musical y las mujeres? ¿Hay más representación femenina en la actualidad?
L. D.: Se nota, simplemente por el hecho de que ahora hay más artistas mujeres. Y el hecho de que haya más chicas en la industria significa más apoyo entre nosotras, más mujeres impulsando mujeres. Aunque claro, esto no quiere decir que los hombres no estén dando la pelea por nosotras. De hecho, conozco muchos colegas que defienden a capa y espada nuestro trabajo.
Para mí, además de cantautoras, tiene que haber una representación a nivel corporativo y empresarial en las disqueras, que tengan esa sensibilidad artística, pero que también conozcan de marketing. Son dos mundos que deben combinarse.
F.: Ahora bien, ¿qué piensas de las plataformas digitales respecto a ayudar a la promoción de artistas?
L.D.: Yo recuerdo que hablar de digitalización hace unos años era algo extraño y no terminábamos de entender el concepto. No sabíamos cómo iba a hacer que la música fuera asequible para todos. Pero ahora lo estoy viviendo y me parece que es impresionante su efecto y su capacidad de unir a los artistas con sus fans.
F.: Muchos seguidores desconocen que estás vinculada a una fundación que brinda educación musical para mujeres, en especial para chicas indígenas. ¿Qué nos puedes contar al respecto?
L. D.: Esto tiene que ver con becas para jóvenes que vienen principalmente de las comunidades rurales y desean hacer sus estudios de bachillerato y después continuar con la universidad. Por ahora, es un proyecto pequeño, porque siempre he pensado que “el que mucho abarca poco aprieta”, pero ya hemos podido ayudar a varias chicas.
F.: Para ti, ¿qué mujer o mujeres colombianas son de admirar?
L. D.: He tenido la oportunidad de conversar con Totó la Momposina y es una mujer que tiene mucho para compartir y para inspirar. Es un libro de conocimiento y por eso mismo es hermoso sentarse a dialogar y hacer música con ella.