Merreana Lindhergh, una norteamericana que siempre sufrió de disfunción sexual, se volvió un volcán al descubrió la dieta del orgasmo.
Marrena Lindbergh no es médica, sexóloga, ni terapeuta de pareja, pero pretende revolucionar la historia de la vida sexual de las mujeres con una dieta que les arranca testimonios del siguiente calibres a las que se han beneficiado con ella: “ Desde que sigo la dieta todos mis orgasmos son fáciles e intensos, y a veces tengo la habilidad de sentir un orgasmo clitorial hasta el corazón!”. “ En dos semanas mis deseos sexuales se volvieron cada vez más ardientes”. Ellas sufrieron de alguna de todas las formas de disfunción sexual femenina antes de experimentar con este método. No sentían deseos de estar con sus parejas, se les dificultaba lograr un orgasmo o su capacidad para hacerlo era nula. Cuántas relaciones sentimentales no se vieron arruinadas por esta afección que hacen sentir miserables a quienes la sufren.
Marrena fue una de ellas. Su matrimonio, al mejor estilo americano, tenía todo lo necesario para ser llamado perfecto: marido guapo, una casa linda, buenos ingresos y un amor de años. Sin embargo, un gran lunar ensombreció su vida de pareja y fue justamente la dificultad de ella apara alcanzar el clímax. Hubo periodos de hasta cinco años en que no fue capaz de lograrlo teniendo relaciones con él y durante otros tres no pudo satisfacerse a sí misma a través de la masturbación. Pese al deterioro de su relación de pareja, concibió un hijo, ese anhelo que los mantuvo juntos durante todo eso años de frustrante vida sexual.
Al verse embarazada, a Marrena le empezó a preocupar que la depresión que la golpeó a causa de su problema por tanto tiempo afectara a su bebé. Como la ecologista que es, se dedicó entonces a investigar sobre las mejores condiciones para el desarrollo de su hijo y lo primero que concluyó fue que tenía que dejar los medicamentos siquiátricos que usaba para su constante baja emocional. Se prepuso buscar alternativas naturales y, con la supervisión de su médico, inició una dieta rica en vitaminas, minerales, proteínas y otros elementos que fortalecen el sistema nervioso. Ello lo completó con ejercicio y los resultados superaron sus expectativas. Además de mejorar su estado de ánimo esta estrategia le despertó la líbido y empezó a sentirse mejor en la cama con su marido, aunque todavía sin orgasmo.
En su empeño por eliminar sustancias estimulantes. Remplazó el café por el choclate negro. Con el tiempo, descubrió que todo eso no beneficiaba al feto, sino que abría más su apetito sexual. Después de una largo proceso, Lindbergh, quien publicó en 2009 The Orgasmic Diet, un libro donde detalla los menus y rutinas de su método, se precia no de haber descubierto las bondades y nutrientes que han estado en el recetarios por siglos, sino de saberlos combinar para combatir un flagelo que afecta a miles de mujeres.
Menú para el buen amor
La dieta orgásmica recomienda consumir cada 4 días píldoras de aceite de pescado, 3 de calcio combinado con magnesio y zinc, 1 dosis de suplemento multi-vitamínico y ½ onza de chocolate negro. La alimentación por su parte, se componme de 49% de carbohidratos, 30% de proteína y 30% de grasa, distribuidos en menús como estos:
Opción 1
Desayuno: Yogurt, fresas y granola.
Almuerzo: ensalada césar con pedacitos de pollo a la plancha, aceitunas, nueces, uvas.
Cena: Carne desmechada, habichuelas al vapor y ensalada.
Opción 2
Desayuno: omelete con tomate, cebolla y pimentón.
Cena: Pedacitos de lomo de res, champiñones, pimentón, cebolla y brócoli, sofritos en aceite de maní; con una porción de arroz blanco.
Opción 3:
Desayuno: 2 huevos al gusto con dos tiras de cocineta y 1 tostada.
Almuerzo: Hamburguesa con queso, sin pan, con ensalada sin aderezo.
Cena: Pita de pollo con salsa griega ( yogur, cohombro, aceitunas, queso feta y aceite de oliva.
Recuerda que antes de adoptar cualquier régimen alimenticio o de suplementos vitamínicos, es indispensable consultar a un médico.