Descubre qué pasa, por qué sucedió y cómo arreglarlo para empezar el año con la mejor cara
Tal vez para ti, tanto como para nosotras, diciembre es un mes que causa sentimientos encontrados. Por un lado lo amamos, Navidad, Año Nuevo, las novenas, las fiestas y los regalos. Pero, por otro lado, también vienen cambios de rutina, en nuestra alimentación, y por lo tanto, en nuestra piel.
¿Te salieron más granitos? ¿Sientes la piel seca? ¿Tienes pelo de escoba?
Posiblemente nunca lo relacionaste, pero muchos de estos cambios son provocados por el ambiente, el clima, y nuestra alimentación durante el mes decembrino, y por ello, te decimos qué pasa, por qué y cómo arreglarlo, pues ya es momento de regresar a la realidad.
Resequedad
Tal vez notes los labios más secos que antes, ya vas por tu segundo envase de crema y nada que sales de la piel de lagarto, ni tu pelo se salva, lo sientes más quebradizo y sensible. Estos son sólo algunos de los síntomas que la temporada decembrina puede causar en nuestro cuerpo. La exposición al frío (natural o por aire acondicionado) puede causar que la piel y el cuero cabelludo se contraigan, lo que provoca menos oxigenación y menos irrigación. ¿El resultado? Una piel apagada y opaca.
Así mismo, los excesos y las exposiciones a situaciones más extremas de las que estamos acostumbras pueden hacer que el proceso de renovación celular se atrasarse, lo que provoca que sintamos la piel con más tirantez o acartonada. Pero ¡tranquila!, una vez vuelvas a la rutina este proceso se revertirá. Eso sí, como no todas somos tan pacientes te recomendamos usar un limpiador hidratante, una crema para cuerpo y cara de hidratación extrema y un shampoo con ingredientes como aguacate o coco, que aporten hidratación y brillo.
Rojez
Aunque este síntoma es más común en pieles sensibles, lo cierto es que en esta época de descuidos y exposición la capa protectora de la piel puede resecarse. Lo notarás al ver que la capa más superficial tendrá una apariencia más roja y sensible. Para evitar esto, te recomendamos una crema con humectación extrema, protector solar, agua termal, sueros y productos calmantes. Busca específicamente productos que hidraten, relajen y calmen la piel.
Acné
¡Típico! Nunca tenemos granitos, pero apenas llega la época navideña nos llenamos. Debemos entender que la comida decembrina es muy pesada, y pocas, pero muuuuy pocas veces tiene algo de “light”. Esto termina desencadenando brotes y granitos en nuestra piel. Por eso, empieza por tomar mucha agua y equilibrar tu alimentación; nada de apuntarte a una dieta detox, creenos tu cuerpo logra hacerlo solo. Además procura recuperar tus hábitos, si sabes que vas a tomar y comer muy pesado en la noche, come ligero durante el día.
Y, si los granitos ya aparecieron, la limpieza es esencial.
No olvides lavarte la cara todas las noches y aplicar un tratamiento en el área afectada. ¡Y recuerda! Por nada del mundo duermas maquillada, pues además de que envejece la piel, tapa los poros y no deja respirar tu piel, es una de las 10 cosas que puedes hacer en la noche para verte más linda en la mañana.
Inflamación
Buñuelos, natilla, tamales, champaña…¿seguimos, o está claro que los alimentos que predominan nuestra dieta durante el mes de diciembre no son los mejores? Y aceptémoslo, por lo general las pocas vacaciones que tenemos no las usamos para quemarlo todo en el gym, preferimos cama y netflix, fiestas o planes familiares. Por eso seguramente después te sientes pesada, pues todos estos excesos causan que nuestro organismo se inflame.
Así que para evitar esa sensación- que como un castigo no te deja comenzar el año con toda- ten en cuenta que la hidratación es clave, come muchas verduras y alimentos con fibra, e intenta por lo menos caminar 15 minutos al día. De esta forma tu cuerpo volverá a trabajar y procesar todo de forma mucho más fácil y ligera.
Si ya estás dispuesta a dejar atrás lo bueno y lo malo de diciembre, descubre las 3 mejores dietas según el ranking más prestigioso y pon tu 2018 en marcha.