Descubre cómo acabar con esta molestia con tan solo siete tips.
En cuestiones del pelo, cada una tiene sus propios dramas. Desde las que necesitan el remedio definitivo para acabar con el frizz, hasta las que sufren con las raíces grasosas. Pero entre todos los inconvenientes del pelo, tal vez uno de los más incómodos (caspa, picazón, rojeces…) es la resequedad en el cuero cabelludo.
¿Por qué sucede? Entre las causas más comunes está el estrés, los cambios hormonales, una mala alimentación, la contaminación ambiental e incluso determinados productos capilares con siliconas y parabenos.
Sin embargo, esta molestia tiene los días contados, porque sabemos cómo combatirla. ¡Confía en nosotras!
Nunca olvides exfoliar
La exfoliación del cuero cabelludo consigue despejar impurezas y residuos, oxigena el folículo y evita que la hebra capilar se vuelva fina y quebradiza. La frecuencia con la que debes exfoliarte depende de tu propensión natural de generar grasa. Si sueles tener brotes acneicos puntuales, deberías hacerlo semanal; si estás muy expuesta a la polución urbana, acudes con frecuencia a la peluquería, tienes el pelo pintado o lo has sometido a algún tratamiento químico, es recomendable que lo hagas cada dos o tres semanas; y si no abusas de productos de styling, cada mes y medio sería suficiente. Ten en cuenta que es importante realizar la exfoliación con movimientos circulares suaves y cepillado previo (mejor con un cepillo de cerdas blandas que no ejerzan mucha tracción) y aclarar con abundante agua, tibia o fría.
El cuidado comienza por dentro
Es evidente que, tanto lo que comes como el estado de tu salud, repercuten en el estado de tu pelo. El déficit de vitaminas, minerales, proteínas e hidratación ponen en riesgo el estado de tu piel, y por ende de tu cuero cabelludo. Por lo tanto, llevar una alimentación equilibrada y saludable es sinónimo de un pelo sano y bonito.
Usa un tónico específico
Los tónicos son un producto crucial para la salud del cuero cabelludo, pero no son milagrosos. Son buenos como vigorizantes y restauradores, ya que refuerzan la estructura capilar, pudiendo mitigar la fragilidad, la grasa o la caspa. Así que si sufres de un problema concreto como el cuero cabelludo seco, úsalo a diario; si no, úsalo una vez a la semana a modo de estimulador.
Elige el shampoo adecuado
Debes tener cuidado a la hora de escoger tu shampoo, ya que sus formulaciones pueden contener sustancias irritantes, sensibilizantes e incluso nocivas para la salud del cuero cabelludo. Y si se abusa de ellas, se puede llegar a generar una patología, advierten los expertos. Si ves que necesitas usar un shampoo terapéutico no debes alternar su aplicación con la de otro normal, sino que debes usarlo hasta que el problema se revierta. Y una vez haya desaparecido, podrás alternarlo durante unas semanas.
El aceite capilar es santo remedio
El pelo seco suele tener un déficit de lípidos, que fragiliza la fibra capilar. Los aceites más puros de baja densidad, son los más efectivos para nutrir, puesto que son capaces de penetrar hasta la endocutícula (justo debajo de la epidermis) y hacer su trabajo en la cutícula de la fibra (lo que viene a ser como la corteza del pelo). Además, el aceite capilar tiene una doble función: nutrir el cuero cabelludo gracias a los ácidos grasos que contienen y embellecer la fibra capilar. Los más beneficiosos son el de jojoba (nutre y aporta vitalidad y brillo), grosella negra (es fortificante, ilumina y aporta vigor), camelia (proporciona vigor y fortaleza) y el aceite de lavanda (calma, purifica y repara).
Acondicionador sí, pero de forma correcta
Aunque parezca evidente lo debes aplicar solo en el pelo (de medios a puntas), ¡nunca en el cuero cabelludo!, si no lo engrasas y obstruyes el folículo. Además, es importante que no apliques demasiado, que te cepilles con un cepillo de cerdas anchas de madera, que lo dejes actuar entre cinco-diez minutos y que lo aclares a conciencia. ¿Un truco? Úsalo antes del shampoo, a modo de mascarilla.
Visita al doctor...sí, realmente es necesario
Lo cierto es que aunque te demos tips y algunos consejos caseros, lo mejor es que siempre que aparezca una molestia en el cuero cabelludo acudas a un especialista. Algunos síntomas de alarma son sangrado, pa´pulas en un grupo de foli´culos, costras, descamación, acumulación seborreica excesiva, irritación, dolor, aparición de eritemas en forma de mariposa, picores o placas pegajosas, explican los médicos. Así que cualquier anomalía de este tipo hay que ponerla en manos del trico´logo.
Ya ves la caspa es totalmente tratable. Pero no te frustres porque ¡no desaparecerá de la noche a la mañana! Todos los pasos anteriores toman tiempo, pero si te comprometes los resultados harán que el esfuerzo haya valido la pena.