Una bebida nutritiva y energética que fortalece nuestro cuerpo.
El coco es una de las frutas más conocidas en las zonas costeras de nuestro continente no solamente por su sabor, sino por ser un alimento rico en fibra, proteínas y altamente nutritivo que por contener grasas saludables, se ha convertido en una muy buena alternativa de bebida vegetal para aquellas personas intolerantes a la lactosa o que prefieren los refrescos naturales.
Cada vez son más las personas que incluyen dentro de su alimentación el consumo de leches vegetales, principalmente, por intolerancia o alergias a ciertos componentes propios de otras bebidas, o por decisión propia de empezar a cambiar su estilo de alimentación por opciones en las que no se incluyen productos de origen animal.
Además de su contenido nutricional, la ventaja que tiene el incluir las leches vegetales como la de coco dentro de los hábitos alimenticios, es el hecho de poder tener este tipo de bebida de manera casera, proceso muy llamativo para las personas que buscan ingerir productos no pasteurizados y libres de espesantes, azúcares o aditivos.
Cuando se habla de leche de coco es importante que diferenciemos entre el agua de coco y la leche de coco. El agua de coco es el líquido transparente que se encuentra dentro del coco, mientras que la leche de coco se obtiene a partir de la pulpa de este fruto para lograr un líquido espeso y blanco con el que podemos realizar variadas recetas, bien sean de sal o de dulce.
Les recomendamos seguir estos sencillos pasos para que pueda sacarle el máximo de provecho a este nutritivo fruto.
Ingredientes:
Preparación:
La pasta de coco sobrante en el filtro de café puede ser reutilizada para preparar más leche de coco, pero con menos cantidad de agua, o también puede ser útil como ingrediente especial para tortas o galletas.
Tenga en cuenta que como la leche de coco es casera, no está esterilizada ni pasteurizada, por lo tanto su vida útil es mucho más corta que la de la leche procesada que se puede encontrar en el supermercado.