La fórmula perfecta para combatir cada uno de los tres tipos de la detestable 'piel de naranja'
Para algunas la lucha contra la celulitis ha sido una constante. ¿Cómo eliminarla? ¿Cómo disimularla? ¿Cómo evitarla? Pero aunque sigas al pie de la letra las recomendaciones la piel de naranja continúa torturándote.
Lo que seguramente no sabías es que existen tres tipos de celulitis y para poder luchar contra ella debemos entender a cada una de ellas. Pero primero, partamos por definir que la celulitis, es un tipo de grasa, y aunque esta sea esencial para la salud, necesitamos un porcentaje mínimo en nuestro organismo.
Partamos por diferenciar estos dos tipos de grasa: la grasa marrón y la blanca. La primera tiene como objetivo quemar calorías transformando la grasa en calor, mientras que la segunda, además de ses la encargada de acumular la energía que no gastamos, es la responsable de que el ser humano haya sobrevivido durante miles de años. Desafortunadamente, también es la responsable de los gorditos y la celulitis.
Pero la historia no acaba ahí, volvamos a nuestro punto de partida: los tres tipos de celulitis, la pesadilla con la que nueve de cada diez mujeres conviven día a día, causada por diferentes factores: hormonales, vasculares, endocrinos... ¿Cuál de los 3 tipos te afecta a ti?
Celulitis dura
Este tipo de celulitis es el primero en aparecer en nuestros cuerpos, pues afecta fundamentalmente a mujeres jóvenes.
¿Cómo reconocerla? A pesar de que sientas la piel dura al tacto y sea difícil de pellizcar, desde que tienes memoria tienes piel de naranja. Ésta celulitis afecta primordialmente a los muslos y glúteos dando apariencia rugosa y con hoyuelos.
¿Cómo tratarla? La celulitis dura se asocia con la mala alimentación, carente en nutrientes, que contribuya a la oxigenación correcta de la piel. Así que lo primero que debes hacer para hacerle frente a la celulitis de este tipo es llevar una dieta saludable, de comidas bajas en calorías y grasas saturadas. Debes hacer ejercicio regularmente, ¡es fundamental! Pero si haces ejercicio y no logras deshacerte de ella seguramente esté relacionado a un problema nutricional, pues si no ingieres la cantidad de alimentos que el organismo necesita, provocas una falta de oxigenación de la piel, causando la celulitis.
Además puedes optar por tratamientos no invasivos, como la cavitación que elimina la grasa con ultrasonidos de baja frecuencia. Eso sí, no olvides que para que un tratamiento estético funcione correctamente es de suma importancia ayudarse con un estilo de vida saludable.
Celulitis blanda
La celulitis blanda empieza a aparecer en mujeres mayores de 35 años y suele afectar más partes del cuerpo como el estómago, los brazos y la espalda. Sobre todo afecta a las que llevan un estilo de vida muy sedentario, que no realizan ejercicio físico y que ganan o pierden peso de forma brusca.
¿Cómo reconocerla? En este tipo de celulitis la ‘piel de naranja‘ se observa más claramente y su consistencia es gelatinosa y flácida. Los síntomas, además de la celulitis, pueden ser la formación de varices, la fatiga o el insomnio.
¿Cómo tratarla? En primer lugar, utiliza diferentes productos con los que consigas drenar y eliminar toxinas, para que no se acumulen en tu organismo. El té verde, la piña, los espárragos y el apio son productos naturales que te ayudarán gracias a sus especiales propiedades diuréticas. Segundo, no olvides beber entre uno y dos litros de agua cada día para que las toxinas se sigan eliminando de forma correcta y no se retengan líquidos en tu cuerpo. Sobre todo ¡no olvides hacer ejercicio! Camina siempre que puedas y realiza media hora de ejercicio, como mínimo, si es algo más, mejor.
Además, puedes recurrir a técnicas más invasivas, como la liposucción (que requiere el paso por quirófano para que la grasa sea aspirada del cuerpo) o la intralipoterapia que consiste en infiltrar sustancias lipolíticas (que deshacen la grasa) directamente en el tejido adiposo. De esta manera, la grasa se transforma en líquido y es eliminada de forma natural por el cuerpo.
Celulitis edematosa
La celulitis edematosa es la menos frecuente pero la más grave. Puede aparecer en mujeres de todas las edades, principalmente entre 20 y 40 años y es fundamental tratarla, pues está vinculada a un mal funcionamiento de los sistemas circulatorio y linfático. Quienes la tienen llevan una vida sedentaria y se alimentan a base de una dieta rica en carbohidratos y en sodio.
¿Cómo reconocerla? Es la celulitis que además de notar la piel de naranja, verás una clara retención de líquidos, o edemas. Además, se presentan síntomas tales como fatiga, astenia, hipotonía muscular y dolor o pesadez en las piernas.
¿Cómo tratarla? Comienza por llevar una dieta equilibrada. ¡Olvídate del estrés! Está científicamente comprobado que las situaciones estresantes llevan a problemas linfáticos y circulatorios, que son precisamente los que tratamos de evitar a toda costa. Empieza a hacer ejercicio para eliminar el exceso de calorías y grasas y fortalecer los músculos. Además puedes acudir a un especialista y realizarte un drenaje linfático para eliminar la acumulación de líquidos y la intralipoterapia.
Ahora que ya has identificado tu tipo de celulitis, revoluciona tu vida y atácala de la manera más efectiva.