Si eres una mujer fuerte no significa que no puedas llorar

Toda la vida a los hombres los educaron mostrando una fortaleza hacia el mundo que era innecesaria. Los chicos fuertes no lloraban mientras que estaba bien si en cambio las chicas lloraban todo el tiempo y eran más emocionales.

Sin embargo la revolución femenina trajo consigo creerse ese cuento de que jamás podemos llorar si somos mujeres fuertes, empoderadas y bien paraditas sobre la raya. Y aunque no es cierto, cada vez nos da más miedo reafirmar cada teoría que dice que somos dramáticas, exageradas y claro, preferimos ocultar cada emoción sensible con tal de callar la “debilidad” que nos ha perseguido toda la vida.

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¿Y ha servido de algo?

Llorar es un acto humano que por naturaleza libera y en los momentos en los que somos más vulnerables somos más reales. Hay que quitarnos ese arquetipo mental que ubica a los hombres como los seres fuertes de la tierra y a las mujeres como las emocionales y sentimentales o viceversa.

Todos podemos ser quienes somos frente a las adversidades y eso nos hará más valientes porque es allí en la oscuridad donde nos conocemos, encontramos nuestra propia luz y podemos brillar.

Solo nos queda por aceptar...

Que todo lo que viene incluido en ese gran paquete que nos compone como humanos son cosas que nos hacen especiales.

Ocultar lo que sentimos de verdad no nos hará mujeres más fuertes, la fortaleza está en reconocer que en la tristeza también somos valientes.

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