Los días festivos vienen cargados de ilusión, ansias de compartir con las personas queridas, buenos propósitos y descansar de la extenuante rutina. Sin embargo, no todas las personas relacionan vacaciones con alegría y sensaciones positivas.
La acumulación de tareas típicas de esta época en un lapso de tiempo muy reducido, junto con la superabundancia de compromisos sociales, muchos de ellos indeseables e incómodos, así como el gasto de dinero extraordinario entre regalos y banquetes, acentúan el estrés y el agotamiento que padecen muchas personas.
El terapeuta estadounidense Barton Goldsmith, explica en un artículo publicado por la revista Psychology Today, que en esta época muchas cuestiones que, en otras circunstancias, resultarían ínfimas se convierten en verdaderos problemas. Pero siempre hay formas de paliar el exceso de estrés que generan las navidades.
Consejos para vencer al desgaste navideño
1. Disfruta de los acontecimientos sociales. Aunque sólo sea por un rato, reunirse con amigos y familia permite desconectar y tener un momento discernido con aquellos a los que queremos. En reuniones y compromisos en los que esté presente alguna persona indeseable, evite de cualquier manera estar a solas con ella o sentarse a su lado, pero sin resultar grosero o maleducado. Para paliar el estrés que puedan generar estas reuniones, acérquese a la gente con la que esté cómoda, no al revés.
2. No sacar temas sensibles en las reuniones. Un punto clave para que las celebraciones con la familia y amigos no sean un desgaste, es evitar sacar en las conversaciones temas pendientes o tratar de cerrar heridas abiertas a costa de ellas. Esta actitud únicamente genera discusiones y tensión en el ambiente, además de más estrés.
3. Evita malgastar. El despilfarro de diciembre puede convertirse en el quebradero de cabeza de enero, con la llegada de las facturas y el pago de imprevistos. El verdadero espíritu de estas fiestas es compartir con los seres queridos, no vaciar la billetera para demostrar cuanto amor profesamos a los nuestros.
4. Concédete tiempo para ti. Aparta algunos momentos del día para relajarte, hacer lo que más te guste, cuidarte, consentirte y disfrutar de tus hobbies y pasiones. Puede ser acompañada o en solitario. El objetivo es que las actividades que se eleijan para esos momentos te permitan desconectar.
5. Aprende a decir no. Es en esta época del año se suceden los compromisos, cenas de empresa y eventos. Pero, en muchas ocasiones, no se cuenta con el tiempo físico para acudir a todas; en otras, simplemente las ganas hacen estragos. Uno tiene el derecho a excusarse y negarse a atender todas las invitaciones que se presenten. Es imprescindible aprender a renunciar a determinadas reuniones y aprovechar el tiempo vacacional para dedicarlo a lo que uno verdaderamente quiere y le apetece hacer.
6. Implica a todos los miembros de la familia en la organización de las fiestas. Si todas las pertsonas que habitan en el hogar van a disfrutar de las celebraciones, que todos ayuden en su ejecución y preparación. Hay que aprender a delegar responsabilidades y compartir este tipo de tareas.
7. Ajusta tus expectativas. En este época del año, ya sea por el cambio de dígitos, los buenos propósitos, o por el simple hecho de ser Navidad, todo tiene que rozar la perfección. Disfruta del momento y se realista, tanto con celebraciones, como con las personas. No te exijas demasiado, ni esperes de tus seres queridos más de lo que acostumbran a dar. La Navidad no cambia a las personas.
8. No te ofrezcas a organizar todas las reuniones en casa. Estas fiestas se hicieron también para descansar. Hay que aprender a ser un buen anfitrión, pero saber diferenciar entre las celebraciones que se deben organizar entre las cuatro paredes de tu hogar y cuales pueden tener lugar en otro escenario. Se también selectivo con las personas que invitas.
9. Diviértete. Ante todo, haz de estas fiestas un momento para el disfrute. Sácale el lado positivo a cada momento y no permitas que los desencuentros o el excesivo acopio de tareas perturbe estas fiestas.