¿Qué hace la soltería tan atractiva para unos y tan odiada por otros? José Alonso Peña, reconocido psicólogo, psicoterapeuta y coach devela todas las caras de la soltería y las diferentes formas de asumirla.
¡Elijo la soltería, es el mejor estado, no tengo que rendirle cuentas a nadie, no tengo que negociar mi tiempo y mi espacio, soy libre!. Es muy frecuente escuchar ésta frase en aquellas personas que han elegido la soltería como camino en su mundo emocional. Al mismo tiempo, encontramos la otra cara de la moneda, aquellos que sienten que la soltería es un estado de soledad, tristeza y desesperación.
¿Qué hace la soltería tan atractiva para unos y tan odiada por otros? Bien, considero que una de las cosas que hace a la soltería un estado deseado y envidado en algunos casos es que, aparentemente, tienes un manejo total de tu libertad emocional, sexual y hasta económica. Esa sensación de que elegir estar en pareja, es una opción en la que renuncias a tu libertad. Es cierto que la forma en que se maneja el tiempo, la sexualidad y las emociones en la vida de soltería, es muy diferente y sólo depende exclusivamente de tus decisiones. Así que, si estás en comodidad con tu estado de soltería, muy bien, disfrútalo el tiempo que sientas que es necesario disfrutarlo o hasta que tus sensaciones emocionales te pidan algo más.
Elegir la soltería, además de proporcionarte este manejo de tu libertad, trae ciertas responsabilidades. Una de ellas es el autocuidado emocional y sexual. Es claro que la soltería abre la puerta para una exploración mayor a nivel sexual (aunque no es una regla general, no todo aquel que elige la soltería tiene más parejas sexuales), es por ello que el ejercicio de una sexualidad consciente y responsable es aún más importante. Desde el punto de vista de lo emocional, es muy importante que si estás en el camino de la seducción eligiendo el no asumir una relación de pareja estable, tus interacciones sean con personas que estén vibrando en esa misma frecuencia, pues podrías abrir la puerta a situaciones emocionales donde la expectativa del otro se abra.
La soltería no es lo mismo que la soledad, como tampoco es lo mismo que la disponibilidad. Son dos grandes mitos a romper. Muchas veces tendrás que lidiar con persona que creen que porque estás soltero o soltera, estás totalmente disponible para la exploración sexual o para cualquier plan. Algunos solteros simplemente quieren pasar sus vidas sin ocuparse de una relación estable o quieren más tiempo disponible para sí mismos. Así las cosas, es importante que aprendas a lidiar con ese tipo de personas.
Otro reto de la soltería es lidiar con los mandatos culturales que entrarán por la puerta de las sugerencias de familiares y amigos que te insistirán en lo “malo” que es no estar en pareja, lo preocupante es que “la niña” o “el niño” aún no decida sentar cabeza.
Quizá la escucha de estos mitos y mandatos es lo que hace que quien está en estado de soltería se pregunte si es un estado que trae felicidad o malestar. Hay quienes están solteros porque su vida los ha llevado ahí, más no por una elección consciente. Han terminado sus relaciones de pareja o simplemente no se les han dado las cosas en el terreno de la conquista y la seducción.
Para estas personas la soltería es un estado de tristeza, son personas no deseables o se sientes minusválidas por no estar en pareja. Y sobre ellos, también caen mitos y mandatos. Existe el mito que si están solteros es porque algo deben tener que nadie los quiere y al mismo tiempo la exigencia de que si están solteros o solteras deben disfrutar de esa situación y hacer todo eso que se supone que las personas solteras “deben” hacer. A la final, es una paradoja constante.
¿Cómo vivir la soltería de forma en que, independientemente de que quiera tener pareja o no, sea una fuente de felicidad y no una fuente de malestar?
Bien, propongo a continuación unos cuantos puntos para tener en cuenta.
La soltería es un estado civil, no es un indicador de que tan valioso o valiosa, inteligente o hábil eres en el mundo de la seducción. Es un estado temporal o permanente según tu decisión y se vive de manera más plena y sana cuando lo despojamos de juicios morales o éticos. No está ni bien ni mal ser soltera o soltero. ¡Disfrútalo!
José Alonso Peña Herrera
Psicólogo, Psicoterapeuta, Coach, Escritor y Conferencista. En temas de persuasión, seducción y relación de pareja.
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