¿Estás pensando en ponerte uñas acrílicas? Aquí te contamos todo lo que necesitas saber.
Dicen que las manos son una carta de presentación y las uñas podrían su foto. A la mayoría nos gusta pintarlas y arreglarlas y es que son parte fundamental de nuestra expresión corporal y nuestro día a día.
Tenerlas cortas, largas, acrílicas, con gel, con figuras, con joyas, con colores, con brillos e incluso con el esmalte a pedazos va en cada persona. De hecho, pintarlas y mantenerlas no es exclusivo de las mujeres, existen tendencias, colores y diseños para hombres más allá del transparente.
En medio de esta variedad de opciones aparece la tendencia de las uñas acrílicas como una opción para lucirlas, pero antes de hablar del tema, conozcamos un poco de la historia de pintar uñas.
Aunque no está clara la fecha exacta en la que se pintaron las primeras uñas, sí se sabe que es antiguo. El portal del Instituto Valenciano del Pie explica que su origen pudo darse en la clase alta de Egipto o China imperial, unos tres mil años antes de Cristo.
Esta tendencia, sinónimo de elegancia y poder tanto para hombres como mujeres, se realizaba con henna hasta que la dinastía Ming añadió la cera de abeja o de la clara del huevo para mayor duración. Hay registros de que en China se usaban esmaltes fabricados con oro y plata.
Fue hasta 1932 que los hermanos Charles y Martín Revson y Charles Lachman lanzaron al mercado el primer esmalte de uñas. La base de aquel pintauñas era un producto para pintar carros. Su auge fue tal que varias artistas empezaron a lucir sus uñas pintadas en la gran pantalla.
En la actualidad, arreglarse las uñas es parte de la cotidianidad, día a día los salones de belleza reciben a cientos de personas que quieren arreglarse las uñas. Entre las tendencias que surgen día a día destacan las acrílicas.
La profesional en uñas artificiales, Ana Colombo, habló con Fucsia para responder todas las dudas que puedas tener respecto a la forma adecuada de arreglártelas.
Lo primero que debemos saber es que son una mezcla moldeable de polvo acrílico con el líquido monómero. La uña se forma con moldes de diferentes materiales que hay en el mercado para darle la forma que se quiera.
El acrílico se puede usar como un recubrimiento para la uña natural. Esto permite darle forma y grosor, principalmente, a aquellas personas que tienen uñas débiles, que se rompen con facilidad o no crecen demasiado. “El acrílico las pone bonitas, les brinda longitud y fortaleza”.
Respecto al mantenimiento, la experta recomienda que sea cada 20 días, sin embargo, este depende del crecimiento de las uñas de cada persona. Generalmente lo que se hace es completar, rellenar, maquillar y, si es el caso, retirar, ya que no puede quedar aire entre ambas uñas o podría haber humedad y causar hongos e infecciones.
Para evitar un daño importante al momento de usar este tipo de uñas es fundamental no arrancarlas. “Cuando se quitan a la fuerza la uña natural pierde el 70 % de las capas y se puede ocasionar un daño severo o hasta permanente”, aseguró la experta.
Para lucirlas y no dañar nuestras uñas naturales, se aconseja retirarlas bajo el procedimiento adecuado de la mano de un experto y esperar dos semanas antes de volverlas a montar. De esta manera, se asegura un procedimiento que no afecta, ni compromete la salud.
Existen cientos de formas para lucir las uñas acrílicas. Pueden ser cortas, largas o extremadamente largas. Hablando de las formas, están la circulares, cuadradas, stiletto (en punta), almendradas o las ballerinas. En las técnicas aparecen las esculpidas, encapsuladas o en reversa, en 3D. Y en el tema de las decoraciones puedes darle alas a tu imaginación.