La obsesiva actitud de sacarse fotos puede estar relacionada con un trastorno psicológico que no solo afecta tu salud mental, sino también la corporal.
Las selfies, autorretratos narcisistas que son montadas en una red social y que egolatran a la persona que se las toma. En pocas palabras, fotos que se montan en Facebook, Twitter e Intagram para que seguidores y amigos les den ‘like’ o las comenten para sentirse mejor.
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Hoy en día esta actitud se ha convertido en toda una obsesión, aún más generalizada que el uso constante de los celulares. Según estadísticas hechas por Facebook, solo en esa red social circulan más de 240 millones de ‘selfies’ al día.
Por otra parte, en Instagram hay más de 36 millones de fotos que se mueven con el hashtag ‘selfie’, cifras que prenden las alarmas ya que exponer la vida personal en exceso es un gran síntoma de baja autoestima.
Pensando en esto el productor y director de cine, Alex J. Mann, se preguntó qué había más allá de los likes, corazones, hashtags y de las autofotos. ¿Será que podría ser algo siniestro? Investigó acerca del tema y se encontró con que el querer ganar popularidad no era tan inocente como parecía. Tras una exhausta investigación, Alex decide crear un corto llamado ‘ME2, be your best selfie’, en donde proyecta el impacto que puede generar el tema de las ‘selfies’ en la vida personal.
‘ME2’ invita especialmente a los usuarios y seguidores de ‘Instagram’ a ver hasta qué punto puede llegar a ser obsesivo tomarse fotos y publicarlas en esta red social, en donde al parecer la perfección es lo que prima, y cómo este comportamiento podría consumirte física y psicológicamente.
Aunque claramente no se puede generalizar, los psicólogos afirman que las personas que buscan aprobación y aceptación en las redes sociales crean una identidad falsa, que en muchas ocasiones más que un acto de vanidad es lo que realmente quieren llegar a ser. Los especialistas también afirman que este tipo de conducta crea un trastorno dismórfico corporal (TDC), en donde las personas creen tener un defecto físico y pueden pasar horas tomándose fotos en las que no se muestre ninguno. ¡Ojo!, esta “sencilla obsesión” te puede llevar a recaer en enfermedades como la anorexia y la bulimia.
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Ahora qué ya lo sabes, te invitamos a pensar antes de publicar tus fotos en las redes sociales, ¿por qué lo haces? ¿Para qué lo haces? ¿Estás segura de ti misma? ¿Te gusta lo que ves en el espejo? Si respondes negativamente a más de una, te invitamos a que te evalúes y visites a un especialista.