¿Por qué tienes piel seca?

Por RevistaFucsia.com

En verano o en invierno, al bañarte, al exponerte al sol o como resultado de una enfermedad… en fin, la piel se reseca por tantos factores que resulta necesario saber cómo evitar perder su hidratación y aprender a identificar por qué se presenta este trastorno.

Normalmente la piel se reseca durante la temporada de invierno porque la humedad del aire disminuye. En verano ocurre algo similar como resultado de la exposición al sol aun cuando no sea por largos periodos o se use protección solar. Esto porque los rayos UV son capaces de penetrar varias capas de la piel. En consecuencia, el colágeno y la elastina se rompen acabando con la hidratación y la suavidad. De hecho, las arrugas profundas que poco a poco se van haciendo más evidentes en tu rostro, también son ocasionadas por la resequedad de tu piel.

Aparte de estos dos factores, hay muchos más que desencadenan la resequedad. A continuación te contamos cuáles son:

• El aire acondicionado. Está diseñado para reducir la humedad de los espacios cerrados. • Los jabones cuyo Ph no sea balanceado o estén formulados para exfoliar la piel. La recomendación es utilizar estos productos sólo una vez por semana para no eliminar la capa de grasa que protege el cuerpo.
• Los detergentes. Los jabones para lavar loza o ropa están elaborados para limpiar superficies duras, por eso el consejo es usar guantes siempre que expongas tus manos a estos productos.
• Baños prolongados. El exceso de agua –y en especial la caliente– rompe la capa de grasa o lípidos que protege la piel. Por lo tanto, evita tomar duchas muy largas, permanecer por largo rato en la tina y estar dentro de una piscina con mucho cloro.
• La edad. Es normal que por el envejecimiento y los cambios hormonales que vienen con el paso de los años, la piel se torne más seca y las arrugas se pronuncien. Para contrarrestar esta situación, existen productos dermatológicos que humectan la piel.

La genética también es responsable
Algunas enfermedades o condiciones genéticas también hacen que la piel sea mucho más propensa a resecarse. Entre las que manifiestan con más fuerza esta condición se encuentran el hipotiroidismo, la psoriasis y la dermatitis. La primera hace que el cuerpo no genere suficientes hormonas que permitan sudar y producir la grasa que la piel requiere para autoprotegerse. La segunda crea puntos muy ásperos en zonas específicas del cuerpo como los codos y las piernas. La tercera se evidencia porque la resequedad aumenta rápidamente y viene acompañada de descamación, enrojecimiento y picazón.

En este caso no basta con usar cremas humectantes, tomar sustitutos de colágeno, bañarse con agua fría o protegerse del sol, es necesario consultar con un médico para recibir un tratamiento especializado.