Entérate sobre las causas que generan la famosa piel de naranja en tu cuerpo. No dejes de aprender sobre cómo alimentarte sanamente para prevenirla.
La celulitis está conectada con las hormonas femeninas y los estrógenos que favorecen la acumulación de grasa en algunas partes del cuerpo como muslos, glúteos, rodillas y tobillos.
Mala alimentación, estrés, ropa muy apretada y tacones demasiado altos (bloquean o afectan la circulación sanguínea) y factores genéticos, son los causantes de la celulitis. En síntesis, es una enfermedad provocada por un estilo de vida no saludable que si se logra corregir puede dar mejoras notables en la misma.
Consejos para prevenirla:
Un correcto estilo de vida y una alimentación balanceada pueden prevenir la disminución del flujo venoso que provoca hinchazón en las piernas y, en el futuro, la celulitis. El estreñimiento y la retención de líquidos son dos alarmas que nos avisan no estamos realizando la suficiente actividad física y nos estamos alimentando mal.
• Tomar por lo menos dos litros de agua diario, preferiblemente lejos de las comidas para no diluir los jugos digestivos y permitir una buena diuresis y una correcta eliminación de las sustancias tóxicas y de desecho.
• La sal es el enemigo número uno en una alimentación anti celulitis! Hay que reducir el consumo de sodio, que retiene el agua adentro de los tejidos y no permite el correcto intercambio de líquidos entre las células y el exterior.
• No hay que limitar solamente el consumo de la sal sino también de todos aquellos productos que se utilizan para condimentar y son ricos en sodio: caldo artificial, salsas y así como todos los enlatados. Se puede sustituir la sal sin quitarle sabor a la comida condimentando con tomillo, laurel, albahaca, cebolla, perejil, cilantro y ajo.
Otros consejitos son:
• Cocinar al vapor o a la plancha, no freír.
• Consumir verduras ricas en vitamina C y antioxidantes.
• Consumir bastante verduras (nos da sensación de saciedad pero tiene pocas calorías).
• Leer bien los rótulos de los alimentos, excluyendo los alimentos que tengan la sal como ingrediente principal (la sal puede estar también bajo otro nombre: cloruro de sodio, fosfato monosódico, bicarbonato de sodio o glutamato de sodio).
• Evitar alimentos embutidos, quesos grasos y fermentados, también fritos, enlatados, bebidas endulzadas artificialmente, jugos de frutas artificiales con jarabe, bebidas alcohólicas, chocolate, café y te (estos últimos cansan mucho el hígado y no le permiten expulsar las sustancias de desecho).
• Consumir preferiblemente alimentos frescos, ricos en vitaminas y sales minerales y fibra (sustancia que ayuda la digestión y combate el estreñimiento), vitamina C, E, potasio (sustancia capaz de contrarrestar el efecto del sodio a nivel de retención hídrica).