Una de las decisiones más trascendentales para la mujer en lo que respecta a su salud es la elección del especialista encargado de controlar todo lo que rodea al aparato reproductor femenino. Las consultas y las visitas al ginecólogo pueden ser un trauma para muchas de nosotras, pues, no hay que olvidar que, al fin y al cabo, estos médicos son los responsables de reconocer la zona íntima de la mujer y verificar que todo esté correcto.
Este “matrimonio”, aunque puede durar toda la vida, está sujeto, en muchos casos, a prejuicios iníciales y a cuestiones relacionadas con el pudor y la vergüenza. El más significativo es el dilema que se crea en el momento de elegir a quién acudir, si a un ginecólogo hombre o a uno de nuestro mismo sexo.
Muchas mujeres se decantan por el especialista de sus madres, el que les vio nacer o al que acude toda su familia. Pero para otras, la decisión no es tan simple, pues no cuentan con un referente, o tienen más complejo a la hora de dejarse explorar por un hombre y confiar en él para encomendarle preocupaciones íntimas sobre sexualidad.
Sea cual sea el conflicto, es importante resaltar que una mujer debe visitar a su ginecólogo de forma periódica al menos una vez al año a partir de que comience a ser sexualmente activa. Sin embargo, lo aconsejable es que su primera vez coincida con el inicio de los años de adolescencia, con el fin de resolver dudas sobre sexualidad, desarrollo, métodos anticonceptivos, entre otros temas.
Seis tips para que elegir ginecólogo resulte menos traumático:
1. Busca referencias. Pide consejo a amigas o familiares cercanos, que te informen sobre los especialistas a los que ellas acuden.
2. Elige al que más se adecué a tu personalidad. Si eres una persona excesivamente pudorosa y tímida, decántate por una ginecóloga mujer, aunque esto no te asegura que vayan a brindarte una mejor atención que un especialista hombre. De hecho, puede suscitarse el caso contrario: que no se solidaricen con determinas preocupaciones o dudas que inquietan a las pacientes puesto que ellas, como iguales, no las consideran importantes.
3. Busca información biográfica sobre los ginecólogos por los que te hayas decantado, o de los que hayas escuchado hablar y llamen tu atención.
4. Elige un ginecólogo con base a tus necesidades. Hay que tener en cuenta que existen especialistas mejor posicionados en salud reproductiva que en preventiva, y viceversa. Por lo tanto, resulta imprescindible elegir un ginecólogo capacitado para responder con profesionalidad ante los posibles sucesos que vayan ocurriendo en tu vida: embarazos, intervenciones en el aparato reproductor….
5. Decídete por uno y pide cita. Es el momento de poner a prueba al ginecólogo y su entorno: el tipo de consultorio en el que trabaja, si el personal que le acompaña te recibe de forma educada y te da una buena atención, si te sientes cómoda en el momento de entablar el primer contacto con el especialista, si resuelve tus dudas, si te hace sentir tranquila y en confianza…
6. Una vez terminada la experiencia, párate un momento y tómate tu tiempo para evaluar cómo te ha parecido. Decide entonces si ese es el ginecólogo adecuado para ti. En caso de que la respuesta sea negativa, sigue buscando. No te conformes.