Muchos factores como el clima, el estrés y una mala alimentación contribuyen diariamente al envejecimiento de tu piel. Es hora de tomar medidas al respecto con sencillos trucos que te ayudarán a combatir este fenómeno.
Usar bloqueador solar no es suficiente para prevenir el envejecimiento de la piel. Si bien es muy importante utilizar una loción o gel que neutralice la llegada de los rayos UV y UVA directamente a tu piel, no te limites a este como único cuidado.
Recuerda que a diario debes dedicar tiempo para a ti misma, por eso es muy recomendable que ejercites con algún deporte, clases de baile, practiques yoga o meditación para alejarte un poco del estrés que vives a diario. Sabemos que no es fácil tener control sobre las mil situaciones de tu vida que te pueden generar preocupaciones y por lo tanto estrés, pero sí puedes tratar de salir de la rutina diaria con estas prácticas que contribuyen al cuidado de tu cuerpo y de tu piel.
El estrés es enemigo de la piel pues produce radicales libres que no permiten la reparación de células y generan envejecimiento. Para remplazar las células muertas es indispensable dormir al menos de 7 a 8 horas diarias, recuerda que cuando duermes el organismo activa sus funciones de reparación.
Para apoyar la reparación de células debes utilizar cremas para la cara y consumir alimentos cuyos componentes contengan vitamina E, A y C.
La vitamina E tiene acción antioxidante que protege los tejidos de los efectos nocivos de las toxinas ambientales, contribuyendo a prevenir el envejecimiento de las células y tejidos, además de ayudar al organismo a lograr un óptimo uso de la vitamina A; ésta última por su parte, es la que más contribuye a mantener la piel sana y como favorece el desarrollo de pigmentos en la piel, es ideal para el bronceado. La vitamina C ayuda a activar las defensas de la piel y otorga resistencia a las agresiones del sol, también interviene en la síntesis de colágeno.
Es muy importante mantener la hidratación de la piel por lo que a diario debes tomar mucha agua, pues la calefacción, el aire acondicionado, el sol, el viento y la contaminación causan deshidratación y contribuyen al envejecimiento.
Recuerda seguir una dieta balanceada, dejar el cigarrillo y disminuir el consumo de alcohol. Debes mantener una rutina de limpieza diaria, con el fin de eliminar las impurezas, tonificar, hidratar y nutrir la piel. Hay productos especializados para cada edad y tipo de piel, debes tener identificado cuál es el tuyo y utilizar productos guiados por tu dermatólogo o especialista en piel.